Brasil y Bolivia marcan distancias con Irán

En los últimos meses se ha observado un enfriamiento de las relaciones entre Irán y dos de sus países aliados en América Latina: Brasil y Bolivia. Tras cuatro años de intensa actividad diplomática de la República Islámica en sendos países, Dilma Rousseff ha mostrado poco interés en retomar la agenda iraní abierta por su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva; entre tanto que su homólogo boliviano, Evo Morales la aparcado a un segundo plano para centrarse en asuntos más domésticos y regionales.


El enamoramiento de la República Islámica de Irán con Sudamérica se ha enfriado. Desde que Dilma Rousseff asumió el poder a principios de este año, la mandataria ha mostrado abiertamente que no tiene mucho interés de que Brasil acentúe sus vínculos con el régimen de Mahmud Ahmadineyad.
De hecho Rousseff habría descartado la posibilidad de vender a Irán uranio enriquecido para uso medicinal, iniciativa que trató de impulsar Luiz Inácio Lula Da Silva durante su gobierno (2003-2011) y que le valió fuertes críticas por parte de la comunidad internacional.
Según el ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, el Gobierno de Rousseff no ha mencionado más esa posibilidad, aunque no precisó las razones por las que este proyecto habría sido archivado por la actual mandataria, discípula de Lula.
Jobim señaló en una entrevista concedida al diario argentino “Ámbito Financiero” que el Ejecutivo de Brasilia no ha abordado más el proyecto orquestado por Lula y su ex minisyro de Exteriores, Celso Amorim, “no se habla más de eso”, apuntó.
Entre tanto, el Gobierno a cargo de Evo Morales, si bien mantiene las alianzas diplomáticas con el régimen iraní, está guardado ciertas distancias dándole más prioridad a la agenda regional y a las relaciones con sus vecinos, que a la simpatía que siente por el líder de la República Islámica.
El canciller boliviano, David Choquehuanca, se vio obligado a expulsar del país andino alministro de Defensa iraní, Ahmad Vahidi, a su llegada a La Paz este martes, por ser uno de los acusados de orquestar un atentado contra la Asociación Mutual Israelí Argentina (AMIA) de Buenos Aires en 1994, el peor ataque terrorista registrado en suelo Latinoamericano. Lo que ha generado fuertes reacciones de repudio por parte de la comunidad judía de Argentina y Bolivia.
En una misiva enviada a su par argentino, Héctor Timerman, Choquehuanca manifestó sus disculpas al Ejecutivo de Cristina Fernández e indicó de que su Gobierno desconocía los antecedentes de Vahidi en el caso, que fue invitado al país andino para asistir a dos actos militares y sobre quien recae una orden de captura internacional.
Explicó que “si bien constituye un gran incidente, éste debe ser atribuido únicamente al desconocimiento en ciertos niveles de las circunstancias de la invitación cursada y bajo ningún aspecto a un acto de agravio que pudiera afectar el excelente nivel de las relaciones boliviano-argentinas, que Bolivia valora y destaca de manera permanente".??
Asimismo, aclaró que el Ejecutivo ha tomado las previsiones correspondientes para que el ministro iraní “abandone de inmediato el territorio boliviano para de esta manera mostrar con claridad que su país no desea interferir respecto “a procedimientos que pudieran existir en tono a la situación de dicha persona".

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