Chile acusa a Morales de querer desviar el foco con el caso de los militares

El Presidente boliviano, Evo Morales, condecoró el viernes a 14 militares de su país detenidos en Chile armados y a bordo de autos denunciados como robados, un gesto que el Gobierno chileno interpretó como un intento de desviar la atención sobre el caso de un ex Jefe antidrogas boliviano procesado por narcotráfico.



El oficial y los 13 soldados bolivianos detenidos el pasado 17 y expulsados a Bolivia al cabo de tres días fueron homenajeados por Morales en un regimiento cercano a Oruro, donde afirmó que se hará una denuncia internacional por el trato que recibieron en Chile.
Morales dijo que los militares, que según la versión oficial boliviana se dedicaban a combatir el contrabando de vehículos y cruzaron la frontera sin darse cuenta porque esa zona no está bien delimitada, estuvieron "incomunicados", "encapuchados" y esposados en Chile del 17 al 19 de junio pasados.
"Vamos a apelar a la comunidad internacional con las denuncias formales", dijo el mandatario.
La respuesta del Gobierno chileno fue en un primer momento señalar que no se iba a pronunciar. A Chile "no le corresponde comentar lo que hagan nuestros vecinos", indicó el Canciller Alfredo Moreno.
Sin embargo, más tarde el Ministro de Defensa, Andrés Allamand, vinculó la condecoración de los militares y las denuncias de Morales con un sonado caso de narcotráfico en el que está involucrado el ex General René Sanabria, quien estuvo encargado de la lucha antidrogas en Bolivia en los años 2007, 2008 y 2009, y ayer se declaró culpable ante un juez de Miami de conspirar para importar cocaína.
"Alguien podría considerar que es parte de una idea de desviar la atención, particularmente porque se ha sabido en el día de hoy que la persona que se encontraba precisamente a cargo de la lucha contra las drogas en el Gobierno boliviano ha reconocido su participación en un episodio de narcotráfico", dijo Allamand.
Sanabria, quien tras su paso por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) era asesor de inteligencia del Ministerio de Gobierno, fue detenido el pasado febrero por la DEA en Panamá en una operación en la que colaboró Chile y llevado a Estados Unidos para ser juzgado.
Su declaración de culpabilidad se produjo al día siguiente de que el Congreso boliviano aprobara un proyecto de ley impulsado por el Gobierno para denunciar la Convención de Estupefacientes de la ONU por no aceptar el mascado de la hoja de coca.
Hace tres años Morales expulsó al Departamento Estadounidense Antidroga (DEA) tras acusarlo de conspirar en su contra.
Allamand negó las denuncias de Morales sobre el trato recibido por los 14 militares en Chile y dijo que fue conforme a las leyes chilenas.
"Es tan evidente que se trató de una actuación impecable de Carabineros de Chile, de Investigaciones (policía civil) y de las autoridades de nuestro poder judicial, que la de Morales es una imputación que carece absolutamente de fundamento", dijo Allamand.
El canciller Moreno dijo, por su parte, que "están claros" los hechos que llevaron a la detención de los militares bolivianos: estaban "armados, en autos chilenos, en nuestro territorio".
Sin embargo, según Morales, las autoridades chilenas estaban al tanto de las operaciones que los militares realizaban contra el contrabando.
"No puedo pensar, entender, que algunas autoridades sean defensoras del contrabando en la hermana vecina república de Chile", sostuvo el mandatario.
El subsecretario chileno del Interior, Rodrigo Ubilla, se desplazó este jueves al poblado de Colchane, a unos 1.900 kilómetros al norte de Santiago, para felicitar a los siete carabineros que detuvieron a los 14 militares bolivianos por una operación que calificó como "muy limpia".
El incidente ocurrió el pasado 17 de junio en el salar de Coipasa, a unos dos kilómetros de la frontera con Bolivia, durante una vigilancia rutinaria del sector, con el objetivo de detectar inmigrantes indocumentados, contrabando o narcotraficantes.
Los carabineros interceptaron dos vehículos.
El primero era una furgoneta en la que se desplazaban diez militares bolivianos y portaban dos pistolas marca Norinko, calibre 9 milímetros, con cargadores y municiones y el segundo un todoterreno en el cual viajaban otros cuatro uniformados, que portaban una pistola calibre 9 milímetros y dos fusiles calibre 5,56 milímetros.
Ambos vehículos tenían placas chilenas y habían denunciado su robo, por lo que los soldados fueron trasladados a la ciudad de Iquique y puestos a disposición de la Justicia.
Sin embargo, los denunciantes de los robos, que son ciudadanos bolivianos residentes en Chile, no reconocieron a los ladrones entre los detenidos, por lo que el tribunal dispuso su deportación y la incautación del armamento, medidas que se cumplieron el 19 de junio.
Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas. El primer país demanda al segundo una salida soberana al Pacífico por los territorios que perdió en favor de Chile en una guerra librada a fines del siglo XIX, en la que los bolivianos tuvieron como aliados a los peruanos.


Nota: Jornada

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