Ésta es la época para leer la suerte en San Pedro


Adivinos: un anciano lee la suerte en la zona San Pedro, como ocurre todos los años a fines de junio
               

Destino: Junio finaliza con una tradición paceña, la adivinación del futuro en la zona de San Pedro. 

El plomo hervido en un fogón es removido por el amauta, quien pide a su cliente que, con un cucharón, vierta un poco de la sustancia en un balde con agua fría. Al contacto, el plomo forma diversas figuras en las que el amauta lee la suerte del interesado. 

El adivino Lucio Quispe dijo que el 24 de enero y desde el 24 hasta el 28 de junio son fechas particulares porque responden, en la cultura andina, a la época de las cosechas y a la de la siembras en el altiplano. 

“Por eso, en las fechas de San Pedro y más aún en la zona de San Pedro instalamos nuestros puestos para que la gente aproveche nuestra sabiduría”. 

El presidente de la Asociación Suertes y Pronósticos 24 de Junio, Jorge Ramos, detalló que solamente se asientan 21 amautas, quienes pagan una patente a la Alcaldía y procuran evitar problemas a las personas que circulan por esa zona. 

Ramos destacó que la sabiduría para interpretar las señales que marcan el devenir de las personas es una herencia que se transmite de padres a hijos por generaciones. La tradición se mantiene inmaculada. 

AMAUTAS MUJERES. La lectura de la suerte no se limita al ingenio e iniciativa de los adivinos que hacen su trabajo con naipes, huevos remojados en cerveza o semillas, además saben leer en hojas de coca. 

Algunas mujeres se sientan en las veredas cercanas a la iglesia de San Pedro, pero la de ellas, a diferencia de los amautas varones, es una clientela preferentemente femenina. 

Ramos destacó de sus colegas mujeres que “algunas, inclusive, son más sabias que los hombres y que depende de cómo ellas hayan nacido, según cuentan sus parteras o madres; o que alguna vez les haya llegado la señal de un rayo como señal de tener la capacidad de predecir”. 

En San Pedro, las actividades en esta época del año responden al ingenio de los adivinos que hacen un negocio de barrio para leer la vida de los vecinos. 

El barrio es el escenario de una tradicional entrada 

El presidente de la Junta de Vecinos de San Pedro Alto Uno, Hugo Bretel, señaló que la entrada folclórica de la zona se realiza hace varias décadas y que cada año tiene más participantes y “buenos vecinos” que demuestran su entusiasmo. 

Bretel destacó que, a diferencia de otros años, en éste hubo un gran despliegue de juegos pirotécnicos, cuya organización demandó un mayor esfuerzo. Alrededor de 10 fraternidades, cada año, participan en la demostración. Los jóvenes sampedrinos forman estos grupos. 

Además, manifestó que sería extraño ver una fiesta de la zona sin la presencia de los adivinos y yatiris que se asientan en las calles aledañas a la plaza principal. 

“Algo que caracteriza a esta zona es tener a los amautas aquí, en la zona, que además desde el 24 de junio y hasta finales de junio se celebra la fiesta a devoción de San Pedro y San Pablo, los dos apóstoles de Jesús más significativos”. 

Lectura de la suerte 

Plomo. La suerte se lee en las figuras del metal derretido que se contrae en agua fría. 

Huevo. El destino está escrito en la forma en la que cae un huevo en un vaso de agua o cerveza. 

Coca. La lectura de las hojas de coca es la tradición milenaria que se practica en los Andes.


Nota: La Prensa

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