La madera mara desaparece debido a la explotación ilegal e irracional

La madera mara, una de las especies más cotizadas para la fabricación de muebles en el mundo, corre el riesgo de desaparecer de los bosques bolivianos. El tráfico y la explotación irracional le pasan la factura al país, uno de los más ricos en recursos forestales.

La directora regional de la Autoridad de Fiscalización y control Social de Bosques y Tierra (Abt) en La Paz, Silvia Mejía, alerta que la especie empezó a desaparecer en la zona boscosa del departamento debido al tráfico de madera; la tala —afirma— se produce incluso en áreas protegidas
“Hay una disminución de esta especie que hoy está en peligro de desaparecer. Aunque todavía hay mara y mara macho en el norte del departamento, la cantidad es muy poca, a diferencia de otros años. La mara ha sido la especie más saqueada, los plantines jóvenes que aún tenemos son escasos y se necesitan unos 20 años de descanso en el aprovechamiento para que puedan recuperar su capacidad en el orden comercial”, explica la autoridad regional.
La cedrelinga catenaeformis o mara, como es su nombre comercial, es una especie arbórea perteneciente a la familia de las leguminosas de crecimiento lento y tolera muy bien las sequías. En Sudamérica sólo se reproduce en Brasil, Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela. Es una especie forestal con características valiosas e ideal para la ebanistería, por lo que es muy cotizada en el exterior. Está entre las cinco especies forestales más apreciadas del amazonas.
Según datos de la Abt, la mara empezó a ser aprovechada comercialmente desde la década de los años 50 del siglo pasado y los muebles elaborados con ello se comenzaron a exportar desde la década del 70, en especial a Estados Unidos. Actualmente, su comercialización está restringida debido a que la densidad de cada árbol es mínima en áreas protegidas y casi no existe en las áreas forestales para la explotación.
El ejecutivo de la Federación de Artesanos y Trabajadores en Madera (Fatma) de El Alto, Germán Cota, explica que los afiliados a esa entidad dejaron de elaborar muebles con mara hace años debido a que no ésta prácticamente desapareció del mercado legal y si se encuentra, es a precios altos y de mala calidad.
“La madera mara no existe para nosotros, por eso acudimos a otras especies como la ochoa, solimán, gabú, cedro y roble, que también están empezando a desaparecer”. En efecto, en un recorrido realizado por la feria 16 de Julio de El Alto, la semana anterior, este medio constató que esta es la materia prima que se usa.
“Esta situación (la escasez cada vez más frecuente de especies) nos obliga a salir en protesta”, indica Cota. Hace dos semanas, este sector salió en marcha de protesta exigiendo al Gobierno madera para elaborar muebles y mejores niveles de control para frenar el contrabando de especies.
Cota afirma que, debido a la falta de madera, los talleres de 3.000 microempresarios del rubro en El Alto corren riesgo de cerrar.

Estudio. Hoy, no se tienen datos concretos sobre la población de árboles de mara. Pablo Antelo, presidente de la Cámara Forestal de Bolivia, que aglutina a las empresas que trabajan de manera legal, adelanta que al ser esta especie una de las más comercializadas en el mercado y al estar prácticamente extinta, esa institución desarrolla una investigación para establecer si se cumplió con la norma en lo que hace al repoblamiento.
“Se está terminando un estudio,una investigación, en base a las poblaciones de mara que existen y de otras especies comercializadas. Antes de la (aprobación de la) Ley Forestal fueron extensas las áreas que se destinaron a la explotación maderera, pero luego el compromiso fue de hacerlo de manera sostenible y el estudio nos dirá si se cumplió con ese fin y en que medida”, expresa Antelo.
El empresario calcula que será a partir del 2018 que se podría contar con árboles desarrollados plenamente para su uso comercial en las áreas forestales, no solamente de la mara sino de las otras especies sobreexplotadas.
La directora regional de la Abt advirtió que de continuar el contrabando de madera en el norte paceño, otras especies también están en peligro de desaparecer. “Otras que podrían correr la suerte de la mara son el roble y el cedro, que se encuentran en poca cantidad en el municipio de Ixiamas y La Asunta”, manifestó.
En febrero de este año el director Nacional de la Abt, Cliver Rocha denunció que el 2010 se confiscaron 43.000 metros cúbicos de madera ilegal, lo que equivale a 1.600 camiones cargados del producto y que pretendían salir del país rumbo a Perú y Brasil. “Se vulnera la soberanía, hay ciudadanos extranjeros que sacan madera (en camiones) con placas brasileñas y de otros países. No nos interesa tanto decomisar la madera, sino evitar la muerte ilegal de un árbol desarrollado”, expresó

Bolivia, sexto en el mundo con mayor área boscosa
Bolivia es el sexto país en el mundo con mayor extensión de bosques tropicales y rico en biodiversidad, en tanto que en el continente ocupa el segundo lugar por esta condición. En total posee 56 millones de hectáreas del recurso, que abarcan cerca del 50% de la superficie del territorio. Son áreas boscosas que requieren de un manejo sostenido.

La Ley Forestal que se aplica rige desde1996
El 12 de julio de 1996, durante la gestión de gobierno del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, se promulgó la Ley Forestal (No. 1700), que aún está vigente. Los indígenas de tierras bajas pidieron redactar y aprobar una nueva, porque consideran que las concesiones para explotar la madera no cumplen con la función económica social.

Las concesiones forestales son cada vez menos
Según datos de la ABT, en Bolivia existían 59 concesiones forestales, es decir, territorios legalmente otorgados a la empresa privada para la explotación sostenida de bosques. Del total, 17 caducaron entre 2007 y 2010. En porcentaje, 58% de los permisos fueron otorgados en Santa Cruz, 26% en Pando, 10% en Beni, 6% en La Paz.

Bosques bolivianos poseen incontable diversidad
Según datos de la Fundación Amigos de la Naturaleza, Bolivia es un país con un alto potencial forestal porque 48% de su superficie total está cubierta de seis tipos diferentes de bosques. Estudios e inventarios registraron alrededor de 14.000 especies de plantas nativas con semillas, pero se calcula que existen más de 20.000 especies.

El bosque de El Choré se redujo en 30 años
Hace más de tres décadas, la región del Choré (en Santa Cruz) tenía una extensión que sobrepasaba el millón de hectáreas de bosque; sin embargo, el crecimiento de la frontera agrícola ha dejado hoy en día sólo algunos árboles de pie y prácticamente desapareció lo que un día fue el hábitat de los animales salvajes, afirman dos representantes de la Cámara Forestal de Bolivia (CFB).
El gerente general de la entidad forestal, Jorge Ávila, sostuvo que la deforestación cobró su primera factura en la zona del Choré, debido al avasallamiento de la actividad agrícola a lo que eran las concesiones forestales legalmente establecidas en el área.
“Un ejemplo de la deforestación en el territorio se encuentra en El Choré, esta zona  estaba conformada antes por más de un millón de hectáreas de bosque y fue declarada producción forestal permanente en 1966, es decir, ahí sólo debía existir actividad forestal sostenible, pero la agricultura ganó terreno y la tierra se quedó árida”, afirmó.
El presidente de la CFB, Pablo Antelo, aseveró que las pequeñas migraciones masificadas desde hace tres décadas empezaron a deforestar el bosque para ganar terreno e iniciar con la actividad agrícola, a lo que se sumó la explotación ilegal de toda la variedad de árboles de al región para convertirlos en madera.
“En la zona actualmente hay una sola empresa que trabaja legalmente en la explotación forestal, pero lo hace a  medias porque los campesinos dedicados a la agricultura no lo dejan”, sostuvo. También  agregó que en el área estaban legalmente establecidas 17 empresas, pero casi todas fueron expulsadas porque ya no  existen árboles.

Nota: La Razon

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