Alegría y buen ambiente fue lo que reinó por parte de los alumnos y profesores que se reencontraron después de dos semanas de receso pedagógico. Los más chicos volvieron a sonreír y jugar con sus compañeritos y en muchos casos con sus propios maestros. “El entusiasmo con el que vuelven es lo más bonito de los niños”, sostiene una maestra del colegio San Andrés.
Sin embargo, la alegría de los menores contrasta con el mal estado de los establecimientos educativos. A medio año aún hay colegios con goteras y huecos en los techos, ventanas sin vidrios, puertas rotas, baños malos y pupitres rotos. Esta situación se da en los establecimientos de zonas populares.
En el establecimiento Pampa de la Cruz, de la Villa Primero de Mayo, al menos cinco cursos tienen goteras en el techo y en varios faltan vidrios. El aula de octavo es la más deteriorada, hay un hueco en el techo y de vez en cuando caen pedazos de yeso. También hay decenas de pupitres en mal estado. Según la portera Elizabeth Saavedra allí pasan clases 800 alumnos. Situaciones similares viven otros establecimientos educativos.
Los escolares de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca tuvieron vacaciones de dos semanas, mientras que en La Paz y Cochabamba el receso fue de tres.
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