El asesor de la Guardia Municipal, Mauricio Berdeja, informó que aparte de la fábrica clandestina de chorizos desbaratada en la avenida Periférica el martes, hay otros tres casos denunciados ante el Ministerio Público. La primera denuncia se estableció contra el dueño de la distribuidora de productos Arcor, NAD, en Sopocachi.
“En el lugar se encontraron productos refechados listos para su comercialización, pero hasta la fecha no se han producido grandes avances en el proceso y mucho menos detenciones. El negocio sigue funcionando como si nada”. La segunda denuncia tiene que ver con la venta de productos vencidos en la conocida Garcilazo de la Vega.
“Eran dos establecimientos que tenían más de 5.000 productos alimenticios vencidos. Lo curioso, es que cuando presentamos el caso al fiscal, éste requirió la eliminación de los productos, sin que se haya avanzado en el proceso. Esos negocios también siguen funcionando”.
El tercer caso se refiere a una fábrica distribuidora de mermeladas, en la avenida Busch, donde se encontraron sellos para falsificar la fecha de vencimiento. “Estos productos todavía están en las oficinas de la Guardia Municipal”.
El último caso es de la fábrica clandestina de chorizos, donde se elaboraba el producto con carne putrefacta. Éste es el único de una veintena de procesos, arrastrados desde pasadas gestiones, que llegó hasta la detención preventiva de la propietaria, Felicia A. L., quien vendía las patitas en la curva norte del estadio Hernando Siles y proveía de chorizos a vendedores del estadio Siles, plaza Villarroel, la Buenos Aires y El Alto.
El Código de Procedimiento Penal establece la privación de libertad de uno a 10 años por delitos contra la salud pública. Una fuente de la Intendencia, que pidió que se guarde su nombre en reserva, informó que en los casos más extremos se presentaron las querellas y que los jueces liberaron a los acusados..
“En la mayoría de los casos se requieren órdenes de allanamiento para las pruebas, pero no se emiten inmediatamente, por lo que los acusados tienen tiempo de eliminar cualquier prueba”.
Berdeja no quiso emitir criterio sobre los procesos en curso, sin embargo, recordó casos en años anteriores que no tuvieron sanción. “En Vino Tinto encontramos un sitio de acopio de carne de burro que era molida para hacer hamburguesas; en la Garcilazo, una fábrica de bebidas adulteradas donde hacían el producto en turriles, pero no hubo sanción”.
Rastrearán más fábricas clandestinas
Rastrearán más fábricas clandestinas
El encargado de inocuidad alimentaria de la Guardia Municipal, Miguel Seláez, anunció que esta instancia rastreará, a través de los comerciantes de sándwiches de chorizo, la existencia de más fábricas clandestinas que atentan contra la salud pública.
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