El presidente de la Comisión de Política Económica y Finanzas, Marcelo Elío, anunció este viernes que la nueva Ley de Bancos pondrá fin al abuso de las entidades bancarias a los clientes porque el Estado recuperará la potestad a través de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) de fijar las tasas de interés pasivas y activas.
La tasa de interés, conocida como “el precio del dinero”, se clasifica en activa y pasiva; la primera significa el interés que cobra el banco, y la segunda, es lo que paga la banca por los ahorros de sus clientes, pero son fijadas por la variación del mercado y dependiendo la competencia entre las entidades bancarias, es decir, según la oferta y la demanda.
Ambos tipos de interés están previstos en la actual Ley Nº 1488 de Bancos y Entidades Financieras pero no reconoce al Estado autoridad para fijar cuánto el banco privado deberá ganar o pagar a sus clientes, sino está sujeta a la variación del mercado.
Explicó que la Ley de Bancos permite pagar las tasas de interés pasivas más bajas de la región, entre el 1 ó 2 % anual, siendo que los recientes mecanismos de integración, a partir de la apreciación de sus monedas nacionales, deberían generar condiciones para mejorar las tasas de interés y confianza entre la gente y la banca.
Anunció que la nueva Ley de Bancos deberá contemplar un incentivo integral para los ahorristas en la medida que la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) pueda determinar tasas de interés pasivas con mejores utilidades para el ahorrista para contribuir a la producción nacional, beneficiar las inversiones y el crecimiento del sector productivo.
Dijo que los bancos, mutuales y cooperativas, escogen y condicionan agentes económicos con el fin de asegurar la recuperación y la ganancia de intereses, puesto que tienen una política definida para favorecer los préstamos a la actividad comercial, a las empresas de negocios que poseen giros bastante altos, y no así a la actividad agropecuaria y desarrollo productivo considerada como un “sector de riesgo.
Elío recalcó que en las actuales condiciones no existen incentivos para el ahorrista porque las tasas de interés pasivas son “bajísimas” motivo por el cual opta por invertir en negocios particulares que le otorgue mayores réditos económicos a los ofrecidos por la banca. La ley ingresaría en agenda este segundo semestre.
En el último trimestre, según datos del Órgano Ejecutivo, los bancos obtuvieron mayores utilidades que a junio de 2011 alcanzaron ganancias de 176,2 millones de dólares; un incremento del 7,88%, develando un abuso de las entidades financieras que exceden los márgenes determinados en la fijación de tasas activas y pasivas.
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