Jeffs, de 55 años, recibió la máxima pena en los dos cargos de los que se le acusaba; cadena perpetua por la agresión sexual agravada de una joven de 14 años y 20 años de cárcel por agredir sexualmente a otra menor, de 17 años, según recogieron medios locales.
Con este dictamen concluye media década de persecución policial y posterior batalla legal, en la que el líder de la llamada Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días estuvo en la lista de los criminales más buscados por el FBI.
En abril de 2008, la Policía de Texas descubrió el rancho en el que Jeffs y sus seguidores, en su gran mayoría ancianos, abusaban de niñas vestidas y peinadas de acuerdo a la estética del siglo XIX.
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