Crédito foto: Reuters
El proyecto vial -financiado por Brasil- que atravesará el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure para unir los departamentos de Cochabamba y Beni se ha convertido en un nuevo dolor de cabeza para el gobierno de Evo Morales. A la masiva marcha indígena que partió días atrás hacia La Paz, se sumó este lunes la interrupción de un tramo de la carretera entre la ciudad de Santa Cruz y el poblado de Yacuiba, en la frontera con Argentina.
"Estamos en un punto estratégico, sobrepasando más de 400 hermanos para tomar otras medidas en respaldo a la marcha. La toma de la carretera es indefinida, dependerá de la voluntad del gobierno", dijo el presidente de las organizaciones indígenas de Santa Cruz, Ernesto García, quien anunció que la medida se replicará en otras rutas de los departamentos de Tarija y Chuquisaca.
La marcha, que se inició hace dos semanas en la ciudad amazónica de Trinidad, está detenida en el poblado de Totaizal (a 500 km de La Paz) a la espera de un diálogo, aunque el gobierno pide que esa negociación no tenga lugar allí. "Parece que no tiene sentido instalar mesas de diálogo con la multitud", declaró el ministro de Obras Públicas, Omar Delgadillo, que relató que en un primer acercamiento con los manifestantes, la semana pasada, una turba de radicales impedía cualquier consenso. "No lo vamos a hacer en la multitud; no lo vamos a hacer en el lugar donde está la marcha", señaló.
En réplica, los indígenas dijeron que están "preparados para iniciar" el diálogo e instaron a las autoridades a llegar a San Borja, un poblado cercano a la marcha.
De no encontrarse una solución en los próximos días, la situación podría agravarse. Unos 2 mil indígenas del norte y altiplano de La Paz prevén unirse a la caminata cuando llegue a ese territorio, pero algunos grupos cocaleros cercanos a Morales anunciaron que intentarán frenar la marcha.Nota : Montero Noticias
0 Comentarios