Baldivieso, en su memorial, denuncia que el presidente del TC, Juan Lanchipa, se postuló a las elecciones judiciales y una vez conocida su habilitación, convocó al Pleno el 14 de julio, pero sin hacer figurar en agenda su renuncia y menos la elección de un nuevo presidente.
Aceptada la renuncia aquel día, asumió la presidencia el decano Abigael Burgoa, pero inmediatamente la magistrada Ligia Mónica Velásquez, que también sabía que iba a renunciar, eligieron al nuevo Presidente pese a la oposición de Burgoa que tildó de nulas las actuaciones.
“Se evidencia la falta de legitimidad y la subrepticia intención de dos magistrados salientes de imponer una directiva a los nuevos magistrados”, cuando la norma establece que las nuevas autoridades legitimadas conformen su directiva; en criterio del magistrado Baldivieso, la Acción de Cumplimiento procede en caso de inobservancia de disposiciones constitucionales o de la Ley por parte de los servidores públicos.
Baldivieso, en su memorial, también hace referencia a algunas anomalías en la elección del presidente Ernesto Félix Mur, entre ellas, que la renuncia de Lanchipa y la elección de Mur no estaban en agenda; el pedido de la elección del Presidente fue observado por el Decano sugiriendo se declare cuarto intermedio, pero los otros tres magistrados insistieron, sabiendo que Lanchipa y Velásquez iban a renunciar.
“A quienes correspondía elegir al nuevo Presidente era al Pleno que debía recomponerse con los tres magistrados titulares que quedaban y con dos suplentes que debían ser convocados para llenar las acefalías”, sostiene.
Asimismo, Baldivieso considera como otra anomalía la modalidad de convocatoria del presidente Mur a las magistradas suplentes Lily Marciana Tarquino y Eve Carmen Mamani, para titularizarlas, sin tomar en cuenta la representación proporcional en función a la igualdad de género y la prelación en las listas.
0 Comentarios