Se teme represalias por la muerte de tres jóvenes de origen asiático y de religión musulmana |
El Reino Unido vivió ayer una jornada de relativa calma, sin incidentes registrados, mientras la tensión aumentó en la ciudad de Birmingham, después de que tres jóvenes murieran víctimas de los disturbios.
Los líderes locales de esta ciudad del norte de Inglaterra advirtieron de posibles represalias y conflictos raciales por la muerte de los tres jóvenes de origen asiático a causa de la violencia callejera.
A pesar de la ausencia de altercados en Birmingham, una ciudad patrullada por 1.000 policías, los medios británicos insistieron en el ambiente de tensión que se respira entre la comunidad musulmana después de la muerte tres de sus miembros.
Las víctimas de 20, 30 y 31 años, perecieron durante la segunda noche de disturbios en esa ciudad, al "tratar de proteger las propiedades" del barrio, según contaron testigos del suceso.
Los tres jóvenes perdieron la vida al ser atropellados por un vehículo en la zona de Winson Green, en esa ciudad del centro de Inglaterra, a las primeras horas del miércoles.
La policía detuvo a un hombre de 32 años, al que interrogó bajo la sospecha de asesinato.
Un día más, muchos de los comercios de las ciudades inglesas afectadas por la ola de violencia volvieron a cerrar antes de tiempo como precaución mientras la policía de Londres recomendó no transitar las zonas conflictivas después del anochecer.
Sin embargo, en las calles de la capital británica y del resto del país, patrulladas por miles de policías, reina la tranquilidad por primera vez tras cuatro jornadas de violencia.
Tanto Gales como Escocía, dos regiones británicas que no se vieron afectadas por la violencia callejera, enviaron parte de sus agentes antidisturbios como apoyo a la policía de las ciudades afectadas.
“LO MEJOR” Y “LO PEOR”
El primer ministro británico, David Cameron, dijo que la actual ola de violencia callejera mostró "lo peor" y "lo mejor" del Reino Unido, en alusión a los "delincuentes" que la provocan y quienes se unieron en su contra.
"No permitiremos que una cultura del miedo prevalezca en nuestras calles", apuntó el "premier", que resaltó la mejoría de la situación en Londres y la achacó a que "necesitábamos una respuesta y hemos respondido con firmeza".
Por segundo día consecutivo, Cameron presidió en Downing Street una reunión de su Gabinete de crisis para tratar la respuesta a la ola de violencia callejera.
David Cameron reveló que la policía podría utilizar métodos más contundentes como cañones de agua o balas de goma para dispersar a los causantes de los disturbios, que desde Londres se extendieron en los últimos días a ciudades como Manchester, Liverpool o Birmingham.
"Hay cosas que realmente no funcionan en nuestra sociedad" reconoció el primer ministro, que al ser preguntado si la respuesta de las autoridades fue lenta a unos disturbios iniciados el sábado en Londres, indicó que lo sucedido plantea "un reto nuevo".
0 Comentarios