El Consejo Nacional de Transición dijo que el líder libio ya es un asunto del pasado e instó a sus seguidores a evitar una batalla que se vaticina como la más encarnizada.
Trípoli. La cúpula militar rebelde libia anunció ayer que la insurgencia no negociará con Muamar Kadhafi ya que representa “un asunto del pasado”, mientras anticipó que Sirte, la ciudad natal del oculto coronel, estará bajo su control en un plazo máximo de 10 días.
Para el comandante rebelde Salem Derbi, “no habrá nunca negociaciones con Kadhafi, pues ya fue apartado del poder para siempre y es un asunto del pasado”, según declaraciones realizadas a la cadena qatarí Al Yazira.
En tanto, el comandante rebelde, coronel Salem Mufta Al Refaidy, explicó que sus tropas avanzan hacia Sirte, ciudad natal de Kadhafi, desde el este y el oeste, y que ya están intentando negociar la rendición de la ciudad para evitar el enfrentamiento directo. Algunas versiones de prensa indicaron anoche que los rebeldes se encontraban ya a unos 30 kilómetros de esta ciudad, en la que podría estar refugiado el líder libio, cuyo paradero aún es un misterio.
“Nuestro objetivo no es el derramamiento de sangre, sino la liberación. No queremos más sangre, especialmente la de los civiles, niños, ancianos y mujeres, pero ya no podemos dar marcha atrás”, explicó el coronel, para quien el control de Sirte tomará un máximo de 10 días, según informó ayer la agencia de noticias Europa Press.
Los rebeldes intentan dar con el paradero exacto de Kadhafi, sobre quien algunos medios especulaban que podría estar preparando su huida a Argelia, a pesar de que sorprende con esporádicos mensajes desde la clandestinidad.
El Consejo Nacional de Transición, órgano político de la insurgencia, aseguró también que “no se está dialogando con Kadhafi”. El oficial rebelde encargado de Finanzas y Petróleo, Alí Tarhuni, aseguró que “la única salida para el coronel pasa por la rendición”.
“Sólo si quiere entregarse, negociaremos y lo capturaremos”, subrayó el oficial rebelde.
Mientras, el portavoz del autócrata, Mussa Ibrahim, telefoneó el fin de semana desde un lugar desconocido a la agencia Associated Press para proponer un gobierno de transición que sería negociado por Saadi, uno de los hijos del gobernante prófugo. La respuesta fue contundente. “No tiene ningún sentido. El camino está claro para nosotros. Kadhafi y sus hijos son buscados por la Justicia libia y el Tribunal Penal Internacional”, declaró al diario español El PaísAbderrahim el Keib, uno de los 31 miembros del Consejo Nacional de Transición (CNT).
En el terreno militar, las tropas avanzaban en dos frentes con la intención de rodear Sirte. Por un lado, las unidades que partieron desde Bengazi, capital rebelde al este del país, ya estaban ayer a sólo 100 kilómetros del objetivo, en la localidad de Ben Jawad. Mientras, varias columnas de insurrectos avanzan hacia Sirte desde Misurata (oeste libio) con la intención de entablar combate si las negociaciones para la rendición fracasan, según rebeldes.
Observadores internacionales temen que la batalla de Sirte sea más encarnizada y sangrienta que la librada días atrás en Trípoli, donde aún permanecen tendidos en muchas calles cadáveres putrefactos de combatientes de los dos bandos. En Sirte se estima que permanece atrincherado el núcleo más fiel a Kadhafi y además la ciudad alberga importantes instalaciones militares, consignó en su informe el enviado especial de El País .
Los últimos reductos kadhafistas organizados en Trípoli intentaban el fin de semana su última defensa y con una retirada ordenada buscaban evitar la captura de sus últimos combatientes al sur de Trípoli.
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