Guanay, BOLIVIA 7 sep.- La marcha iniciada por dirigentes indígenas del oriente boliviano bajo el argumento que defienden el medio ambiente "está impulsada por intereses políticos que buscan desgastar al Gobierno", dijo el miércoles el vicepresidente Alvaro García Linera.
Indicó que la marcha iniciada a mediados de agosto por esos dirigentes "no defiende el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), sino un interés político que usan en su beneficio a costa del sacrificio de sus bases"."Defienden un proyecto político con miras a proyectarse como dirigentes en los próximos comicios generales, antes que la defensa del medio ambiente, los recursos naturales y la Madre Tierra", aseveró.
García Linera enfatizó que esos dirigentes iniciaron la marcha con el argumento de que quieren una consulta para definir el tramo II de la carretera entre Villa Tunari (Cochabamba) y San Ignacio de Moxos (Beni), que consta de tres.
"Ahora que el Gobierno quiere hacer la consulta, los dirigentes de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) se oponen", anotó.
Agregó que, a los seis días de haber iniciado la marcha desde Trinidad a La Paz, presentaron un pliego de 16 puntos que incluyen asuntos que no tienen nada que ver con el TIPNIS, sino que afectan al desarrollo y la integración nacional.
Entre esas demandas se incluyen la paralización de las operaciones de exploración, explotación y comercialización del gas que sale de Aguaragüe, en el Chaco de Tarija, y que genera el 90 por ciento de los recursos destinados para el desarrollo social y económico de todo el país
Agregó que las autoridades no entienden cómo casi todos los pueblos, como Guanay, piden al Gobierno la construcción de carreteras, mientras que otros, como los que agrupa la CIDOB, se oponen.
"Una carretera es desarrollo, integración y mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, por lo que no se puede comprender que algunos dirigentes se opongan a su concreción", enfatizó.
El Vicepresidente expresó su convencimiento de que es posible promover programas viales de desarrollo sin descuidar el medio ambiente.
Reiteró la posición de las autoridades para proseguir con su actitud de dialogar con los marchistas para lograr acuerdos que beneficien al país y al sector, dejando de lado marchas que ponen en riesgo la vida de niños y mujeres embarazadas.
1 Comentarios
Marco Octavio Ribera Arismendi
Biólogo y ecologista.
El proyecto de la carretera que atraviesa el TIPNIS, no tendría casi razón de ser, puesto que una real justificación económica es absolutamente raquítica, sino obedeciese a una deuda política contraída por el aparato electoral del MAS en años pasados. La deuda política implica el ofrecimiento del camino y de tierras al sector colonizador y así lo han expresado líderes y dirigentes del sector colono (eufemísticamente llamados interculturales). El aparato político-electoral del MAS incurrió en un lamentable acto delictivo, al ofertar tierras y camino en un área protegida y al mismo tiempo TCO indígena, vulnerando numerosas leyes y otras normas, empezando por la tan pisoteada Constitución Política del Estado. El voto del sector colono-cocalero de la región al MAS, algún momento tenía que pasar factura, de esta forma el problema del TIPNIS, analizado profusamente desde el punto de vista ambiental, cultural, de interese estratégicos del Brasil o de las petroleras, parece reducirse a una simple presión política eleccionaria, arrastrada desde los años 2005 o 2009. Es así que por el peso de esta deuda política, no se consideran otras alternativas, o incluso se pasan por alto el riesgo de enfrentamientos fratricidas o la muerte de niños en la marcha. De esta forma la deuda política se ha convertido en una lucha de intereses. En el fondo, los colonos con sus amenazas e intimidaciones a la marcha, más allá de defender al gobierno o al MAS, están defendiendo sus intereses sobre tierras y expansión de cultivos de coca, claro está. El ansia y la angurria del poder eleccionario del MAS, ha abierto la caja de pandora.