Bolivia, La Paz, 09 de septiembre, (elSistema.info).- Tras el fracaso del diálogo con el Gobierno por la construcción de una carretera, los manifestantes retomaron su marcha de 600 kilómetros hasta La Paz. Un bando oficialista armó una barricada para frenarlos.
Bolivia afronta la amenaza latente de choques entre una columna de 2.000 indígenas que marchan para oponerse a una carretera aprobada por el gobierno que atravesará una reserva ecológica, y leales al presidente Evo Morales que levantaron barricadas para impedir el avance de la protesta.
La situación es tensa: un grupo de indígenas marcha desde el 15 de agosto hacia La Paz para pedir que la carretera no pase por la reserva natural, mientras que, 50 km más, allá colonos y campesinos indígenas les esperan para atajarlos.
En previsión de eventuales enfrentamientos violentos, el defensor del Pueblo del norteño departamento del Beni, Luis Revollo, informó de gestiones para el envío de tropas militares y refuerzo policial al lugar donde los fieles a Morales cortan la ruta -incluso con barricadas- en el poblado de Yucumo.
Los que protestan contra el gobierno reanudaron este jueves su caminata tras permanecer estacionados desde hace siete días en San Borja (unos 320 km al noreste de La Paz) tras el fracaso de las negociaciones con el gobierno.
La amenaza de probables brotes violentos "no nos preocupa, porque no estamos agrediendo a nadie, no estamos de ir a enfrentarle a nadie; queremos llegar a la sede de Gobierno para explicarle al presidente sobre nuestros derechos que están constitucionalizados", dijo Adolfo Chávez, líder de la marcha.
"Queremos evitar un enfrentamiento porque la gente de allí (en Yucumo) está muy agresiva. Si golpean a uno de nuestros hermanos es posible que reaccione nuestra gente, pero tenemos a los niños y mujeres embarazadas" en la marcha, advirtió en tanto Lázaro Tacó, también dirigente indígena de la marcha.
Ante el riesgo de choques entre indígenas, el gobierno desplazó un contingente policial hacia Yucumo.
El ministro del Interior, Sacha Llorenti, se comunicó con los dirigentes de quienes bloquean en Yucumo "para solicitar que depongan cualquier actitud beligerante o bloqueo de caminos y den lugar al diálogo".
La privada Fundación Tierra -que apoya a los que marchan hacia La Paz- reportó que delegados de los indígenas de ambos bandos mantuvieron una reunión que duró hasta la madrugada en el punto neutral de La Enconada para acercar posiciones, si bien no arrojó resultados por el momento.
Por otro lado, el ministro de Obras Públicas, Walter Delgadillo, propuso este jueves retomar las negociaciones con los marchistas.
Otros siete intentos previos de diálogo fracasaron, recordó el ministro de Presidencia, Carlos Romero, quien se quejó de que la noche del miércoles una propuesta escrita enviada por el gobierno "de manera desconsiderada ha sido devuelta sin siquiera recepcionarla".
El analista Carlos Cordero, docente de sociología de la universidad estatal de La Paz, considera que el presidente Morales debe intervenir de manera directa para dar solución a un conflicto que -según dice- "comenzó con la frase (del mandatario) de que la carretera se haría sí o sí, sin consulta".
Los indígenas amazónicos se oponen al segundo tramo de una ruta que en total tendrá 306 km, financiada en un 80% con un crédito de Brasil, que pasa por el Territorio Indígena del Parque Isiboro Sécure (TIPNIS), argumentando daños al ecosistema.
En esa reserva de 1 millón de hectáreas en el centro de Bolivia viven desde tiempos ancestrales unos 50.000 indígenas amazónicos, que consideran que la ruta atraerá a colonos y cocaleros.
0 Comentarios