Estados Unidos no ve la luz al final del túnel

La economía estadounidense mostró esta semana una paradoja poco común al exhibir, por un lado, indicios de recuperación en ciertos sectores y, por el otro, borrascosas sombras que hacen dudar a los inversores.

Las señales alentadoras fueron observadas en un sostenida recuperación del sector de la construcción, las fábrica están produciendo más y los consumidores incrementaron sus compras en el inicio de la temporada navideña.

El problema, según coinciden los analistas, es que las empresas de todo tamaño se resisten a aumentar sus planillas de empleados y trabajadores con lo que el desempleo se mantiene en un nueve por ciento, uno de los más altos en casi tres décadas.

El Departamento de Comercio ha informado que el mercado laboral tuvo en noviembreun modesto crecimiento con la creación de 125.000 puestos de trabajo.

La tendencia adquirida por las empresas desde el inicio de la crisis económica, la más aguda desde los tiempos de la recesión de los años 30, es mantener una plantilla mínima para seguir produciendo lo mismo y aún más.

Esa tendencia fue acompañada con sustanciales reducciones de puestos laborales que generaron un sostenido aumento de la desocupación, que ahora se mantiene por varios meses en el mismo nivel, y reducciones salariales.

Los inversores no ven aún la luz al final del túnel de la crisis ante la falta de confianza en la conducción política en Washington, donde las propuestas del presidente Obama son bloqueadas sistemáticamente en el Congreso, dominado por los republicanos en la Cámara Baja.

La batalla entre la administración de Obama y los republicanos tiende a intensificarse el próximo 2012, año electoral para la renovación parcial del Congreso y la jefatura de la Casa Blanca.

Con una deuda externa que ya alcanza los 15.000 millones de millones, las propuesta para su paulatina reducción están empantanadas ante la negativa republicana de incrementar los impuestos al uno por ciento de la población rica, como plantea Obama.

Las perspectivas económicas estadounidenses quedan ensombrecidas como consecuencia de la gravedad de la crisis en la Unión Europea, un sólido socio y aliado de Estados Unidos.

A pesar del borrascoso porvenir económico, los consumidores iniciaron esta semana una temporada de compras robusto con un aumento del 17 por ciento en comparaciónal 2010, que supuso que en apenas tres días del largo fin se semana pasado los comerciantes facturaron 52.000 millones de dólares.

La aparente bonanza comercial queda contrastado con el persistencia y aumento de la pobreza que obliga a millones de familias a acudir a la caridad pública para subsistir.


Nota: el deber

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