Álvaro Puente: Quieren que volvamos al pasado






















El experto en educación critica el espíritu 'ancestral' del gobierno en su política educativa y cree que en la ley del sector, sus deficiencias acabarán por conducirla al fracaso.

El experto en educación, Alvaro Puente, afirma que no es pesimista creer que la nueva Ley Avelino Siñani será un fracaso más en el intento de mejorar la calidad de educación en el país. Aunque aplaude la iniciativa de dar un giro a la enseñanza, cree que faltan condiciones estructurales para aplicar la nueva norma, a la que ve como un retroceso, antes que un avance en la enseñanza.

P. ¿Cómo evalúa la Nueva Ley Avelino Siñani- Elizardo Pérez?
A.P.: La nueva ley es un retroceso a la calidad y al sistema educativo nacional. Siempre hemos estado mal en la educación, somos el país más pobre del continente porque hemos tenido la peor educación siempre. Últimamente hubo una reforma educativa que fue un intento de modernización y de cambio pero la ley Avelino Siñani es una vuelta atrás, un retroceso al que se había logrado con esa reforma.

P. ¿Por qué cree que es un retroceso?
A.P.: Porque a mi criterio esta nueva ley tiene dos objetivos: el primero, es la recuperación de los derechos sindicales que tumbaba la ley de reforma educativa. Por ejemplo, antes la docencia era permitida para todos los profesionales. Los sindicatos sociales presionaron al Gobierno para que tumbaran la reforma educativa e implementaran esta ley.

El segundo objetivo de la Ley Abelino es la recuperación de la cultura indígena y de las tradiciones, que se llama ahora la descolonización. Este es un intento de volver al pasado. Nunca volver al pasado ha sido un objetivo, la historia no tiene marcha atrás, no se puede empezar como si no haya existido un pasado.

P. Pero la reforma educativa tampoco pudo aplicarse exitosamente. ¿Se podría decir que también fracasó?

A.P.: Lo que pasó es que los maestros no cambiaron los métodos porque nadie llegó a darles los métodos. La normal les dio una formación terriblemente pobre y no tienen capacidad para entender la pedagogía. Como no se los modeló bien, no hubo una aplicación radical.

P. ¿Hizo bien o mal el Gobierno? ¿Se debió mejorar este aspecto en lugar de aplicar la nueva Ley?
A.P.:.: Se hizo bien en pensar en un cambio pero la educación es la tarea más difícil que tiene el país.
El número de maestros es superior al de trabajadores públicos que existen. Hay 950.000 maestros. Simultáneamente al trabajo teórico se debió hacer un trabajo pedagógico y eso también suponía un trabajo administrativo, un cambio en la administración, una nueva manera de gobernar las escuelas.

P. ¿Cómo ve los primeros cambios que se van aplicar este año a la enseñanza?
A.P.: Primero lo de la obligación de estudiar el idioma nativo me parece interesante para aplicar en ciudades del occidente donde se hablan idiomas como el quechua y el aimara. Sin embargo, en oriente se habla muy poco. En el caso de Santa Cruz, el guaraní y el chiquitano está a punto de desaparecer. No tiene sentido que los estudiantes aprendan una lengua con la que no van a tener con quién expresarla.

P. ¿Qué opina de la implementación de la educación productiva?

A.P.: La educación productiva es tal vez lo único pedagógico que han puesto, pero es un absurdo ya que no hay las condiciones económicas, técnicas ni estructurales para hacer efectiva la meta. Fuera de esto no veo que haya avances ni principios pedagógicos ni en la ley ni en los programas que se han hecho después de la ley.

P. ¿Por qué?

A.P.: La Ley de Reforma Educativa en su artículo tres decía: “En adelante debemos estar al día con las corrientes pedagógicas. Sin embargo, esta ley no menciona tal cosa.

El maestro es encargado de llenar cabezas en nuestro país.

Al estudiante le dictan todo el día. Aprende listas y fechas de batalla en el mundo. La línea mundial es desarrollar la inteligencia del niño. Sin embargo, nosotros estamos llenando cabezas como si estos fueran discos duros.

En este aspecto influye también la pobre formación de los maestros. En Bolivia tenemos maestros pobremente formados porque tenemos subdesarrollada nuestra pedagogía nacional y nuestros proyectos pedagógicos.

P. ¿Ante el problema, qué plantea?
A.P.: Aplicar un cambio verdadero. La causa de nuestro atraso es que tenemos una mala educación que viene de raíz, desde nuestros formantes. Si es que se tienen que aplicar cambios deben empezar desde las normales y universidades. Sin embargo, esto se complica cuando se norma que un maestro debe enseñar a otro y no un profesional con experiencia.

P. ¿En qué cree que puede derivar el fracaso de la nueva ley?
A.P.: En un atraso económico y cultural. Nuestro país está retrasado en economía y en todo en comparación a otros países. Podemos tener los recursos pero nuestro pueblo no será capaz de progresar y salir de la pobreza mientras no cambiemos la educación, mientras no sea el pueblo el que exija.

"La causa de nuestro atraso es que tenemos una mala educación que viene de raíz. Si es que se tienen que aplicar cambios, deben empezar desde las normales".

'La enseñanza técnica, un gran reto'

De acuerdo con el experto, la enseñanza técnica y productiva en un gran reto, pero hace notar que la falta de estructura y recursos económicos conspiran contra ella.

El Perfil

Álvaro Puente
Experto en educación

Ciudad natal:
Cochabamba.

Trayectoria:
Es profesor desde el año 1966 en Bolivia, Nicaragua y España. Fue jefe de gabinete del ministerio de educación los años 1994 y 1995, asesor del comité cívico en el campo de la pedagogía, ex director del colegio privado internacional de la sierra, exdirector y actual editorialista de la radio Santa Cruz y exdirector de prensa de la red atb.

Estudios:
Filosofía en Barcelona y humanidades en la universidad de Salamanca.


Nota: El dia

1 Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Menos años de colegio, esto es lo primero que deberia estudiarse en una reforma
Que desaparezcan los idiomas nativos, vamos para adelante, sustituyanlos por el japones o el chino mandarin
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