Durante muchos años Megaupload ha dado servicio a millones de usuarios, muchos de los cuales tenían cuentas premium. No hay que ser muy despistado para darse cuenta de que este servicio de alojamiento de archivos era uno de los más usados para almacenar archivos con derechos de autor, y sería de ingenuos pensar que sus responsables no lo sabían.
Ahora ese servicio rápido, fiable y cómodo para los usuarios ha sido cerrado de forma inesperada, dejando muchas preguntas en el aire y un documento que nos da mucha cantidad de información sobre la forma de actuar por parte de los responsables de Megapuload. Vaya por delante que el documento de la acusación puede estar manipulado para intentar convencernos de lo malo malísimos que eran. Y esperemos que en los próximos días también podamos conocer los documentos de la defensa para poder juzgar mejor todo el asunto, pero por el momento nos quedan varios datos importantes:
- Megaupload daba respuesta a las peticiones de la DMCA, pero el número de archivos eliminados diariamente era tan sólo de 2500, cifra que se aumento posteriormente al doble.
- En conversaciones de email entre los responsables queda claro que no sólo sabían el tipo de uso que se daba a sus servidores sino que además lo fomentaban, buscando que contenidos especificos con derechos de autor fuesen subidos.
- Buscaban y mostraban a los anunciantes como su publicadad salía mostrada en la página de descargas de contenidos con derechos de autor (por ejemplo, una serie)
- Además, se asegura en el documento que desde Megaupload premiaban a los usuarios que subían archivos con mayor número de descargas. Llegaron a pagar cantidades de hasta 50.000 dólares.
Estos son algunos de los detalles que se muestran en el documento de la acusación de Estados Unidos que podemos titular con dos elementos muy graves: crimen organizado y blanquedo de dinero.
Insisto, que en la acusación se indique todo esto no hace que sea real, ahora todo esto tiene que ser juzgado. Pero como usuario de Megaupload con cuenta premium desde hace algunos años, no quiero tener una venda en los ojos y si es cierto todo lo anterior el cierre se puede considerar correcto. Además antes de que se pruebe todo esto hay que tener en cuenta la imagen que ha dado su fundador durante estos años, dando una imagen de rico mafioso, no hay más que ver las placas de licencia de sus coches y otro tipo de fotografías que podemos ver por la red.
Sea como fuere y a pesar del cierre de Megaupload la industría no debería cantar victoria. Que este servicio haya sido cerrado no quiere decir que ahora todos sus usuarios acudan a las tiendas a comprar su DVDs de series, CDs de música o ir al cine a ver las últimas películas. El problema sigue siendo el mismo a nivel global, no hay una oferta legal en la actualidad en Internet que ofreciese algo como lo hacía Megaupload, por esos muchas personas —entre las que me cuento— pagaban una cuenta premium, para ver contenidos de calidad en cualquier momento sin interrupciones y con el mayor número de posibilidades.
¿Qué camino elegirá el usuario ahora?
Probablemente haya más de un ingenuo pensando que muchos de sus problemas se han solucionado y que su cantidad de ingresos aumentará. Quien se frote las manos pensando en esto demuestra que no sabe lo que ha evolucionado el mundo durante los últimos años y hacía que sentido. Se puede considerar a Megaupload uno de los mejores servicios de alojamiento de archivos, pero no era el único. Ahora los usuarios podrán elegir otro y en caso de verse obligados a olvidarse de las descargas directas siempre quedará el viejo P2P, el cual ha estado funcionando durante estos años y además también está evolucionando para ofrecer nuevas posibilidades.
La historia de Internet siempre ha demostrado que la reacción causa efecto en este tipo de casos puede ser mucho mayor, hoy se cierra un Megaupload y mañana comenzarán a aparecer cuatro, los cuales continuarán, casi con total seguridad, superando a las ofertas legales que ha lanzado la industria durante los últimos años. ¿Por el todo gratis? Esa es la excusa fácil y probablemente en algunos casos así sea, la realidad es que esos servicios están muy verdes a nivel mundial y las alternativas son lentas, tardan en llegar y en muchos casos son frenadas por la burocracia.
Un ejemplo muy claro es el de Netflix, que durante los últimos años no ha parado de crecer en Estados Unidos y cuando ha pensado en expandirse a otros lugares (como España) se ha encontrado con multitud de problemas por parte de los titulares de los derechos. En definitiva, ellos mismos se ponen la zancadilla una y otra vez y en lugar de ofrecer ellos mismos un servicio que los usuarios llevan meses reclamando son otros, como los dueños de Megaupload, los que aprovechan la oportunidad.
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