BM baja la previsión de crecimiento a 2,7 y Gobierno había proyectado casi el doble

 El Banco Mundial bajó la previsión de crecimiento de Bolivia a 2,7% para este año y el Gobierno había proyectado una tasa de 4,8%, casi el doble de lo calculado por este organismo internacional. Esta perspectiva inferior no sólo afectó a Bolivia, sino a varios países de la región y según el informe se debe a un incremento en las tasas de interés a nivel internacional o la reducción de precios de las materias primas.

El informe “La promesa esquiva de la integración-oportunidades en una economía mundial cambiante” da cuenta que el crecimiento del país para este 2023 será de 2,7%. Este porcentaje es inferior al que el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) tenía previsto y que ascendía a 4,86% según el Programa Fiscal-Financiero (PFF).

El organismo multilateral proyectó para Bolivia un crecimiento menor para el 2024 y 2025 que llegaría al 2,1%. Estos porcentajes son inferiores, considerando que en enero de este año el mismo Banco Mundial elevó el pronóstico de crecimiento del PIB boliviano a 3,1%.

El analista económico Juan Antonio Morales informó que el Banco Mundial bajó las perspectivas de crecimiento para toda la región. “Esto se debe a gran parte del contexto internacional, en especial de los países industrializados; las dificultades de los sistemas bancarios de Estados Unidos y Europa; y porque no tienen controlada la inflación que obliga a sus bancos centrales a seguir aumentando las tasas de interés. Eso repercute sobre la demanda mundial”, afirmó.

Para Morales, las “esperanzas” de recuperación están en los países exportadores de materias primas luego de la apertura de China que dejó de lado la política Covid Cero. “En el caso de Bolivia (el informe del BM) creo que toma en cuenta las dificultades del sector exportador, la caída en la producción de hidrocarburos y que el tercer trimestre del año pasado, con excepción de la agricultura, el crecimiento de los otros sectores es modesto y con una caída estrepitosa en la producción de hidrocarburos. Esa caída está jalando al resto de la economía”, explicó el experto.

El Gobierno lanzó el PFF en enero de este año con una perspectiva de crecimiento mayor debido “al rol impulsor de la política fiscal” a través de la inversión pública destinada a los diferentes sectores productivos estratégicos. “Además de su función de redistribución de los excedentes económicos, favoreciendo principalmente a la población más vulnerable, con el propósito de dinamizar la demanda interna y generar empleos”, detalló el documento.

Informe del Banco Mundial

Según el BM, las economías de América Latina y el Caribe se han mostrado relativamente “resilientes” ante la presión creciente del endeudamiento, la inflación y la incertidumbre mundial. Sin embargo “los nuevos vientos en contra” que provocan la caída en los precios de las materias primas, el incremento de las tasas de interés en los países desarrollados y la incierta recuperación de China podrían ensombrecer de nuevo las perspectivas de la región.

El informe estima que el PIB regional crecerá 1,4 % en 2023, una tasa inferior a la anticipada. Se prevén tasas de 2,4% para 2024 y 2025 demasiado bajas para lograr progresos significativos en la reducción de la pobreza. “La región en gran medida se ha recuperado de la crisis de la pandemia, pero ha vuelto a los bajos niveles de crecimiento de la década anterior”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

“Los países deben urgentemente acelerar el crecimiento inclusivo, para que todos se beneficien del desarrollo, y esto requerirá mantener la estabilidad macroeconómica y aprovechar las oportunidades que hoy ofrece la integración comercial”.

Luego de recuperarse de la pandemia, la región ha sobrellevado con relativo éxito las múltiples crisis provocadas por la guerra rusa en Ucrania y las incertidumbres que rodean a la economía global. La pobreza y el desempleo han regresado, en su mayoría, a los niveles previos a la pandemia, mientras que se espera que la inflación promedio, excluyendo Argentina, caiga a 5% en 2023, luego de alcanzar 7,9% en 2022.

Según el informe, la resiliencia general de la región es el resultado de un arduo progreso obtenido en la gestión macroeconómica a lo largo de las últimas dos décadas. “Preservar este logro será primordial”. Pero, los desequilibrios fiscales siguen siendo elevados, con un promedio estimado en 2,7% del PIB en 2023, lo que erosiona aún más el espacio fiscal ya de por sí reducido; y se espera que el nivel de endeudamiento llegue al 64,7% del PIB este año, por debajo del 66,3% alcanzado en 2022.

Nuevos desafíos

Banca El informe del Banco Mundial da cuenta que las recientes quiebras bancarias en EEUU y Europa añaden incertidumbre. Sus repercusiones en el sistema bancario y los flujos de capital en América Latina y el Caribe aún están por verse.

Hidrocarburos Para 2023, el Banco Mundial prevé que los principales socios comerciales de Bolivia por las ventas de gas tendrán un comportamiento magro; por ejemplo, Argentina no crecerá mientras que Brasil sólo se expandirá en 0,8% en esta gestión.

Fuente : Pagina Siete





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