Matan a otro policía y ya son seis los asesinados en un año

 El proyectil le perforó la sien. Así fue como mataron al sargento Oliver Ramiro Mendoza Orías (29), un efectivo de la Policía asignado al Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI). Este crimen, que tuvo lugar cerca de la 1:00 de ayer en el mirador del municipio de La Guardia, se consumó al interior de un vehículo Suzuki que, hasta ese momento, estuvo en manos de sus asesinos. 

En menos de un año, seis uniformados murieron por balas vinculadas con narcotraficantes. Para identificar a los responsables y las razones por las que ayer perdió la vida el sargento Mendoza en La Guardia, la Fiscalía inició las pesquisas por “homicidio”. Los familiares del policía tienen dudas y pidieron incluir a los uniformados que estuvieron con él durante los últimos momentos de su vida.

“Queremos que nos den una respuesta clara. La autopsia señala que el disparo fue a una distancia de 80 centímetros. Se debe hacer el examen de guantelete a sus camaradas; queremos saber quién ha sido la persona que realmente ha disparado. Tenemos muchas dudas”, afirmó a los periodistas Shirley Morales, la tía del fallecido, en la morgue de la Pampa de Isla a donde fue llevado el cuerpo del infortunado policía.

“Me mandó un mensaje anoche para que no me preocupe; luego, a eso de las cinco de la mañana, me llaman para decirme que mi esposo sufrió un accidente”, declaró, entre sollozos, la compañera del sargento, Estefany Frías.
Mendoza había cumplido ocho años de servicio y estaba destinado en El Torno. Este año fue enlistado en el DACI en La Guardia. Se trata de una entidad policial especializada en brindar servicios de inteligencia a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc). La unidad también participa en operativos “de acción directa” para detener a sospechosos de delitos con acusación penal, explicaron agentes de la entidad. 

Pero para este caso, una unidad de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) también se movilizó para “aportar” a las pesquisas. En un sitio próximo a la escena del crimen existe, según se informó, un inmueble que, anteriormente, fue confiscado a personas relacionadas con el tráfico de drogas ilícitas.

El fiscal departamental, Roger Mariaca, informó que la investigación está en manos del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), cuyos especialistas recogieron los casquillos de los proyectiles encontrados, además de un arma de fuego y otros elementos que serán empleados en la investigación. El vehículo donde sucedió el asesinato también fue secuestrado, es parte de las evidencias. 

La Fiscalía también recibió información sobre las razones por las que el sargento y otros de sus camaradas se constituyeron al mirador de La Guardia. Las primeras versiones de la Policía de ese municipio señalan que hubo un intercambio de fuego con los delincuentes que estaban en el auto. 

Oliver Mendoza fue trasladado al Hospital Rómulo Gómez, pero llegó sin signos vitales. El informe médico del nosocomio señala que el hombre perdió la vida producto de “un traumatismo craneoencefálico” provocado por proyectil de arma de fuego. 

Otros reportes señalan que los autores del crimen, cuyo número no fue precisado en ese momento, huyeron en una moto a través de los matorrales y la vegetación que rodea el mirador, uno de los atractivos turísticos del municipio de La Guardia, ubicado a 23 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra. El DACI lideró los operativos posteriores para dar con los responsables del crimen. Desde esa unidad, aseguraron que el caso estaría resuelto, aunque no entregaron más detalles.

El comandante provincial de La Guardia, el coronel Efraín Gutiérrez, explicó que Mendoza participó, junto con otros dos uniformados, de una intervención en el mirador. “El sargento Mendoza formaba parte del grupo DACI de La Guardia. Era un operativo realizado por tres policías que conforman ese grupo policial, dos se encuentran bien, pero lamentamos el fallecimiento de este tercero”, explicó el jefe policial tras señalar que, anteriormente, en el sitio se produjeron otros delitos.

El presidente de la Cámara de Diputados, Jerges Mercado Suárez, exteriorizó su preocupación por la muerte de policías. “No es el primer policía que muere en lo que va del último año. Se tienen que buscar las causas de estos delitos y analizar cómo podemos proteger estructuralmente a nuestros policías”, apostilló.

El 21 de junio de 2022, hace menos de un año, dos efectivos de la Policía y un voluntario del Grupo de Apoyo Civil a la Policía (Gacip) fueron ejecutados por sicarios vinculados con el narco. Para la investigación de ese delito se colectaron 17 casquillos calibre 5,56 y 7,62, de armas de uso militar, del lugar donde fueron acribillados el sargento mayor Eustaquio Olano, el sargento segundo Alfonso Chávez y el voluntario del Gacip Daniel Candia Orihuela. Sucedió en Porongo, el día del feriado por el Año Nuevo Andino Amazónico.

Según las investigaciones de la Fiscalía y la Felcc, el ciudadano Misael Nallar y sus guardaespaldas fueron acusados por esas muertes. Estas personas están siendo investigadas por narcotráfico, pero recién desde marzo, porque la causa inicial fue por legitimación de ganancias ilícitas, esto debido a la cantidad de bienes que tenía Nallar y no por sus vínculos con el tráfico de drogas.

A mediados de diciembre de 2022, el sargento Walter Huayhua fue asesinado por narcotraficantes en el Parque Noel Kempff Mercado. Sucedió tras un enfrentamiento entre grupos de narcotraficantes y policías durante un patrullaje por la zona, según confirmaron en su momento las autoridades y el mismo ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.

El 31 de enero, el reo brasileño Felipe Edvaldo Menezez Iglesias (38) mató con arma de fuego al sargento primero Domingo Chávez Condori e hirió al sargento mayor Nelson Choque Álvarez. Sucedió mientras los uniformados lo custodiaban en el Hospital de Clínicas de La Paz, a donde acudió para una revisión médica. El brasileño fugó en ese momento, pero horas después fue recapturado luego de un operativo policial en el que participó el DACI.

Menezez, quien estaba detenido con una identidad falsa, está vinculado al temible Primer Comando de la Capital (PCC). Se trata de un cartel brasileño que se ha especializado en la vigilancia de las rutas para el transporte de cocaína, según el informe mundial de la droga, presentado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc). 

En marzo, el capitán de la Policía Julio César Claros de la Unidad Policial de Control Migratorio (Upcom), fue encontrado muerto en su domicilio de la Villa Primero de Mayo. El caso se produjo tras varios operativos antidroga y los móviles del caso aún se investigan. Eso sí, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, descartó que sea por narcotráfico.

Fuente : El Deber





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