Alcalde que se va hace confesiones


Despacho amplio con dos grandes ventanales cubiertos de cortinas dobles, la mesa de sesiones larga contrasta con un moderno living color crema. Una alfombra roja le da la sobriedad necesaria, un estante con libros y documentos municipales tiene por encima trofeos, placas y recordatorios otorgados a su antecesor y que, seguramente, volverán a su dueño en menos de siete días, sobre el escritorio hay documentación del Gobierno Municipal y una carta personal. La PC está encendida y se puede leer dos hojas en verso, con un  título, Himno al Bicentenario. Se reclina en el sillón, que seguramente muchos quieren ocupar, para atender nuestra solicitud de entrevista. Detrás de él hay un plano de la ciudad de Tarija enmarcado y cubierto por un vidrio. Es el alcalde Roberto Rodrigo Ávila Castellanos.
Frente amplia ganada por una calvicie prematura, surcada por rayas definidas, sostienen dos cejas que parecen casi ralas por el color que ostentan (castaño), las que cubren ojos muy claros y límpidos, nariz poco respingada con base ancha y una amplia sonrisa que definen labios muy fuertes. Todo denota una personalidad firme, aunque muy humilde en su comportamiento y trato con los demás. Con la sencillez que lo caracteriza me invita a tomar asiento y accede a la entrevista.
EL PAIS.- ¿Cuál es el nombre del alcalde de Tarija, cuáles son sus datos generales y currículo?
ROBERTO ÁVILA CASTELLANOS.- “Mi nombre es Roberto Rodrigo Ávila Castellanos, nací en esta ciudad un 4 de abril de 1957, estoy casado con Rosario Michel, con quien tengo dos hijos, Mauricio y Paula. Soy ingeniero civil de profesión, fui presidente del Colegio de Ingenieros Civiles y de la Sociedad de Ingenieros de Tarija, director nacional de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia. Hace diez años incursioné en el municipalismo, fui concejal, concejal secretario, presidente del Concejo Municipal y actualmente alcalde de esta ciudad”.

E. P.- En días más concluye la transición total del Gobierno Municipal, ¿cuál es el futuro de Roberto Ávila Castellanos?
R. A. C.- “El futuro es difícil descubrirlo mientras estamos en el presente, así que en mi presente me encuentro realmente satisfecho, al terminar diez años de gestión municipal, agitados y que me han permitido conocer cada uno de los barrios y comunidades de la provincia y compartir con diferentes actores en las sesiones públicas, integrando a la gente”.

E. P.- ¿Usted se considera municipalista o político?
R. A. C.- “El municipalismo me ha permitido conocer mucho sobre la gente, la ciudad y su desarrollo, no puedo negar que lo uno incluye lo otro. Desde mi ingreso el año 2000 empezamos a hacer efectiva la aplicación de la Ley 2028 de Municipalidades, profundizando la Participación Popular que hace que los vecinos tomen sus propias decisiones para regir las obras municipales, con lo que se ha construido desde piscinas hasta capillas en el área rural dentro de la jurisdicción del Gobierno Municipal de la ciudad de Tarija, porque ellos consideraron como prioridad estos trabajos, respetando siempre sus decisiones”.

E. P.- ¿Qué puede destacar de su gestión municipal?
R. A. C.- “No pudo hablar solamente de estos cortos cinco meses de alcalde, sino de toda la gestión municipal, creo que el desayuno escolar fue uno de los logros más notables, recuerdo que este programa nació en una audiencia pública comunal, donde nos quedamos impresionados por la solidaridad de los padres de familia que aportaban en las comunidades una pequeña cantidad de plata y parte de su producción agrícola, además que aportaban con su trabajo porque las madres, por rol, se turnaban para ir a cocinar para todos los alumnos de la escuela, los cinco días de la semana que los niños asistían a clases, ese ejemplo impulsó el nacimiento de este programa, que empezó en el área rural y ahora atiende a todos los establecimientos escolares de la ciudad de Tarija y la provincia Cercado”.

E. P.- ¿Está contento con su gestión?
R. A. C.- “Me retiro contento, agradecido con toda la población, es el pueblo el que tendrá que juzgar mi gestión, al cual espero no haber fallado en estos diez años de gestión, el que me ha confiado varios desafíos y espero haberlos respondido, recalco que será la población la que calificará mi gestión. Algo que queda muy dentro de mí y ya que insiste lo digo, fui delegado para negociar el IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos) para los municipios y me regocijo al poder decir que hemos conseguido estos recursos en fuertes negociaciones con el Gobierno, no sólo para Tarija sino para todos los municipios del país, para los cuales ha sido una salvación”.

E. P.- ¿Nuevamente, señor alcalde, cuál será su futuro una vez que deja el municipalismo y liderazgo a la vez?
R. A. C.- “Puede estar en varios lugares, en la parte privada, tal vez en la parte pública, por qué no, no tengo ofrecimientos pero no los desecho tampoco. El futuro puede estar en algo que me gusta mucho, escribir. En un futuro inmediato, pero no definitivo, tengo que dedicarme a una candidatura para ser dirigente internacional de los clubes de leones, recibí el respaldo nacional para proponer mi candidatura, tengo dos años para lograrlo, así que el futuro estará pues en varios lugares y sobre todo el futuro estará siempre como prioridad el servicio a mi Tarija, y no hablo sólo de esta ciudad sino de todo el departamento”.

E. P.- ¿Hay alguna aspiración mayor en el ámbito político después de haber llegado a ser alcalde de la ciudad?
R. A. C.- “No hay prisa en este tipo de decisiones, todo tiene que ser real, porque se debe buscar la decisión del conjunto, porque si no se tiene eso, no se llega a ninguna parte. Está latente, sin embargo, no hay prisa ni creo que será de lanzarse a alguna expectativa inmediata… si llega, pues, llegará… porque habrá una decisión y habrá un apoyo, no estoy en carrera contra nada en este momento, a no ser esa candidatura a la dirigencia internacional del leonismo”.

E. P.- ¿Hay algo que en estos diez años hubiera querido hacer y no lo ha conseguido?
R. A. C.- “Bueno… un poco para entrar en ironía, bailar bien la cueca, es algo que no he podido aprender en estos diez años y apenas puedo hacerlo (como decimos los tarijeños) para el gasto. Pero también hay varios temas que hemos tratado y proyectos que no se ha podido lograr. Lamento que no hayamos podido hacer realidad la terminal de buses en estos diez años que nos ha tocado estar en el ámbito municipal; ésta, sería una frustración, pero espero que en poco tiempo los que me siguen estén construyendo esta gran obra para los tarijeños”.

E. P.- ¿Quiere agregar algo más?
R. A. C.- “Sí, estoy contento porque hemos cambiado la ciudad, por ejemplo, muchos no se deben acordar que la Circunvalación ha sido una obra de estos últimos diez años, era algo que estaba abandonado. Hemos hecho escuelas por toda la ciudad y el área rural. Hemos hecho centros de producción y de capacitación. Hemos pavimentado la mayor parte de la ciudad y la vieja estructura la hemos recapado. Tenemos una institución muy ordenada, considerando que antes la Alcaldía era la institución de menor respeto ante la población, la que no tenía nada para ofrecer, ni siquiera para pagar los sueldos puntualmente y ahora es otra cosa. Dentro de sus limitaciones económicas, es una institución seria, responsable, lo único que me queda es pedir al nuevo Gobierno Municipal que mantenga la unidad de la ciudad y todo el trabajo que se ha hecho para levantar esta institución desde las cenizas en las que estaba. Mi prioridad es Tarija y esté donde esté, mi misión será servir siempre a mi pueblo y a mi departamento”.

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