Andrea gira una manivela de un torno que pela de manera prolija las diez naranjas que exprimirá para llenar tres vasos con su jugo. Su hija Mayra, de sólo 20 meses, juega entre sus piernas mientras. Andrea se queja de que las ventas andan lentas, de que el surcito que gobierna el clima de Villa Tunari no provoca tanta sed como los 40 grados que suelen ‘derretir’ el municipio más grande de Chapare. Pero tiene fe y sabe que desde el jueves 17, cuando los juegos estudiantiles comiencen, sus ventas se multiplicarán por diez. Andrea cuenta orgullosa que los deportistas llegarán desde el trópico y que todas las unidades educativas serán subsedes porque, desde que Evo Morales es Presidente, todas las escuelas de Chapare tienen coliseo y cancha polifuncional. Su hijo mayor, que está en cuarto de primaria, lo disfruta. “Es bueno ser Gobierno”, dice Andrea, que sabe que si sus hijos son buenos alumnos tal vez puedan conseguir una beca para estudiar en Cuba o Venezuela.
Y es que desde el 22 de enero de 2006 todos en el trópico de Cochabamba ‘son presidente’. Chapare no es lugar donde, como canta el rumor, se ven más Hummer y vagonetas Toyota Prado per cápita; pero los transportistas han cambiado sus autos de principios de los 90 por alguno de marca japonesa modelo 2004. En cada casita de madera se puede ver una vagoneta blanca al lado de un ‘surubí’, las furgonetas Toyota Noah, y una antena parabólica para ver el Mundial.
Y es tan bueno ser Gobierno que, desde que se ingresa a Chapare por Bulo Bulo, es fácil ver a gente construyendo alguna obra pública. En Ivirgarzama, sede administrativa del municipio de Puerto Villarroel, Carlos Vargas lo sabe. Es el director de deportes del que es el municipio con mayor crecimiento del trópico. También es el orgulloso guardián del estadio regional Evo Morales Ayma, un campo deportivo para 25.000 espectadores que se llena pocas veces, pero que en dos años aspira a albergar partidos de la Liga Profesional del Fútbol Boliviano.
Para ello ha contratado como técnico al argentino Claudio Martínez y están segundo en la B de Cochabamba con el Real Dínamo. Si ascienden, al año traerán cuatro refuerzos de primer nivel para clasificarse a la Simón Bolívar. Pero mientras sueña, también hace. Fuera del estadio hay una piscina semiolímpica y en cada uno de los 18 colegios secundarios de la jurisdicción hay una cancha de fútbol con buen pasto, un coliseo y un frontón, deporte favorito de Evo Morales.
Pero la prosperidad de Ivirgarzama se refleja más allá de las obras públicas. Es el primer municipio que ha transitado de los edificios meramente funcionales a edificaciones con aspiraciones estéticas. Tal vez por ese auge constructivo los alrededores de su plaza está lleno de oficinas de arquitectos.
Las federaciones no se han quedado al margen del progreso. Durante décadas sus oficinas fueron un cuartito de tres por cuatro metros y ahora son edificios de tres plantas. Todos ellos fueron construidos por el programa Evo Cumple.
Y es que no es mentira que la lucha sindical y la resistencia de este grupo de sindicatos ‘parieron’ un Presidente.
Ahora, cuando se pregunta a Martín Leva si pueden engendrar otro, el responsable de control social dice que hay muchos ‘cebos’ y que ahora están en el tránsito de tener el Gobierno a tener el poder, copando democráticamente los otros órganos del Estado. “Para ser líder hay que sacrificarse. Durante esta gestión tiene que salir un líder, sino, vamos a ver cómo mantener a nuestro Presidente”.
Y es que desde el 22 de enero de 2006 todos en el trópico de Cochabamba ‘son presidente’. Chapare no es lugar donde, como canta el rumor, se ven más Hummer y vagonetas Toyota Prado per cápita; pero los transportistas han cambiado sus autos de principios de los 90 por alguno de marca japonesa modelo 2004. En cada casita de madera se puede ver una vagoneta blanca al lado de un ‘surubí’, las furgonetas Toyota Noah, y una antena parabólica para ver el Mundial.
Y es tan bueno ser Gobierno que, desde que se ingresa a Chapare por Bulo Bulo, es fácil ver a gente construyendo alguna obra pública. En Ivirgarzama, sede administrativa del municipio de Puerto Villarroel, Carlos Vargas lo sabe. Es el director de deportes del que es el municipio con mayor crecimiento del trópico. También es el orgulloso guardián del estadio regional Evo Morales Ayma, un campo deportivo para 25.000 espectadores que se llena pocas veces, pero que en dos años aspira a albergar partidos de la Liga Profesional del Fútbol Boliviano.
Para ello ha contratado como técnico al argentino Claudio Martínez y están segundo en la B de Cochabamba con el Real Dínamo. Si ascienden, al año traerán cuatro refuerzos de primer nivel para clasificarse a la Simón Bolívar. Pero mientras sueña, también hace. Fuera del estadio hay una piscina semiolímpica y en cada uno de los 18 colegios secundarios de la jurisdicción hay una cancha de fútbol con buen pasto, un coliseo y un frontón, deporte favorito de Evo Morales.
Pero la prosperidad de Ivirgarzama se refleja más allá de las obras públicas. Es el primer municipio que ha transitado de los edificios meramente funcionales a edificaciones con aspiraciones estéticas. Tal vez por ese auge constructivo los alrededores de su plaza está lleno de oficinas de arquitectos.
Las federaciones no se han quedado al margen del progreso. Durante décadas sus oficinas fueron un cuartito de tres por cuatro metros y ahora son edificios de tres plantas. Todos ellos fueron construidos por el programa Evo Cumple.
Y es que no es mentira que la lucha sindical y la resistencia de este grupo de sindicatos ‘parieron’ un Presidente.
Ahora, cuando se pregunta a Martín Leva si pueden engendrar otro, el responsable de control social dice que hay muchos ‘cebos’ y que ahora están en el tránsito de tener el Gobierno a tener el poder, copando democráticamente los otros órganos del Estado. “Para ser líder hay que sacrificarse. Durante esta gestión tiene que salir un líder, sino, vamos a ver cómo mantener a nuestro Presidente”.
La Alcaldía se fusiona con el sindicatoEn Chapare, no se sabe dónde comienza la Alcaldía y dónde termina el sindicato. La fusión entre la vida sindical y la estatal está tan consolidada que las federaciones de productores de coca de Chapare se han vuelto una especie de nexos entre la base y los municipios. Es normal ver a los principales dirigentes de los cocaleros en las sesiones de los concejos de los cinco municipios de la zona, totalmente dominados por el MAS.
Juvenal Peredo, oficial mayor de Villa Tunari, explica que además de este seguimiento, los ejecutivos municipales se reúnen una vez por mes con los dirigentes sindicales para planificar y hacer seguimiento a las obras.
Señala que actualmente priorizan el desarrollo productivo, porque quieren sacar a los colonizadores de la dependencia casi exclusiva de la coca. Para ello, tendrán ayuda del Gobierno, que instalará plantas industrializadoras de leche, palmitos y cítricos.
Juvenal Peredo, oficial mayor de Villa Tunari, explica que además de este seguimiento, los ejecutivos municipales se reúnen una vez por mes con los dirigentes sindicales para planificar y hacer seguimiento a las obras.
Señala que actualmente priorizan el desarrollo productivo, porque quieren sacar a los colonizadores de la dependencia casi exclusiva de la coca. Para ello, tendrán ayuda del Gobierno, que instalará plantas industrializadoras de leche, palmitos y cítricos.
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