En las calles Amboró y Muchirí se observa un gran movimiento de obreros que laburan para mejorar las condiciones de los vendedores. “Estamos colocando hidrantes para que todo funcione en regla”, comentó un funcionario de la cooperativa Saguapac. En tanto, en otros sectores se observan algunos albañiles mejorando las fachadas de las tiendas que se ardieron.
Para mañana se espera que La Ramada se reabra, ya que se cumple la cuarentena que dio el municipio para que los gremialistas mejoren las condiciones de sus casetas. “Estamos dando los cuatro metros de espacio para que puedan circular vehículos”, comentó una vendedora.
En esta jornada funcionarios de la Alcaldía realizaron la demarcación, límite que los vendedores deben respetar para evitar el caos motorizado en las angostas calles de esta zona.
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