La Cumbre de Pukara nuevamente se convirtió en escenario de ceremonias ancestrales para despedir el año aymara 5517 y recibir el 5518, cuyos rituales fueron ofrecidos por el amauta (guía espiritual), Valentín Mejillones, en el punto más alto de la región del Lago Titicaca en presencia de autoridades y pobladores de Sorejapa, Mocomoco y Sanka Jawira.
El acto de fe y respeto a la cultura milenaria aymara se desarrolló en la cumbre sagrada que se encuentra a más de 4.800 msnm. Durante la ceremonia, agradecieron al año viejo por la provisión de alimentos para los habitantes.
Extendiendo las manos, el amauta junto a los habitantes de la región entregaron una ‘mesa’ (ofrenda al Tata Inti, dios sol) para recoger los favores en una buena cosecha y pedir paz y prosperidad para el país.
De esta manera, una vez más, la cosmovisión andina mostró las tradiciones y creencias de los pobladores de la región que en años anteriores alcanzó su importancia al integrar otras culturas del viejo continente, con la consigna de vivir en armonía con la naturaleza, de mantener el equilibrio para proteger al planeta.
El ciudadano don Roberto Nielsen Reyes, quien se mostró completamente identificado con las tradiciones y costumbres de la región, manifestó que los rituales de agradecimiento a la Pachamama (madre tierra) tienen gran significativo dentro de la cosmovisión andina.
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