La Paz, 23 Nov.- Por tercer día consecutivo, el gobierno y el MAS volcaron su aparato político para presionar con discurso uniforme al arzobispo de Cochabamba, monseñor Tito Solari, a que respalde con pruebas sus declaraciones en sentido que niños y jóvenes del Chapare comercian droga en Cochabamba o abandone el país.
Con distintos argumentos como una aparente deshonra los niños y una supuesta comercialización con la fe católica, continuaron este martes los ataques contra el prelado que el viernes hizo referencia a que jóvenes del Chapare, la región con mayor producción de coca ilegal, se dedicaban a vender droga a los pasajeros en el trayecto Chapare-Cochabamba.
El vocero presidencial Iván Canelas puso énfasis en la estigmatización y sostuvo que monseñor Solari se equivocó al cometer un exceso porque el daño ya está provocado no solamente en el país sino en el mundo donde se deben hacer la idea que los niños venden droga en Bolivia.
El viceministro de Trabajo, Félix Vásquez, hizo un alto en sus labores habituales de su competencia, para hablar de temas religiosos y señalar que los curas no practican lo que predican, porque a título de la fe católica, ponen aranceles para cumplir los sacramentos del bautismo y matrimonio cuando la tradición indica que debería ser en forma gratuita como se bautizó a Cristo.
“Han convertido los templos en mercados. Aquí está la prueba. Bautismos en la bonita suma de Bs 50 comunitario; 170 bolivianos individual. Matrimonios de media hora sin canto Bs 260 y matrimonio con ceremonia completa de una hora, 360 bolivianos”, manifestó al responder a los cuestionamientos de la Iglesia sobre el tráfico de drogas.
COCALERAS Y CAMPESINOS SE SUMAN
De manera coincidente, el dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Julián Jala Flores, exigió pruebas porque caso contrario se tomaría acciones legales ante lo que consideran “absurdas declaraciones” que solamente constituye delito de difamación.
“Y si tiene respaldo que vaya ante la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico para conocer cuáles son los menores que venden droga”, indicó al señalar que los niños del Chapare ya están calumniados y una probable expulsión de Solari sería analizada en la próxima reunión del comité ejecutivo, dado el carácter neoliberal de algunos obispos de la Iglesia.
Igualmente, un grupo de madres cocaleras del Chapare, llegaron a La Paz y se instalaron en plaza Murillo para demandar que monseñor Solari se retracte y pedir disculpas a los niños chapareños. Este sector prevé enviar una carta en este sentido a la máxima autoridad de la Iglesia en Cochabamba.
ALCALDES DEL TROPICO CONMINAN
Los alcaldes del Trópico - un bastión político de Evo Morales - conminaron a monseñor Solari a mostrar pruebas porque sus denuncias habrían lastimado la honorabilidad de hijos de los productores de coca, cuyos padres se movilizaron en esa región sin encontrar datos de las referencias que dio monseñor Solari quien, sin embargo, remitió a las autoridades de gobierno a verificar los centros de rehabilitación para ver los efectos de la droga.
Por su lado, el presidente de la brigada de Cochabamba, Samuel Pereira, expresó en otra declaración de prensa aparte, su indignación política, considerando a la versión de Solari como “difamación y calumnia a nuestros niños del Trópico”.
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