Alertan más crisis y alza de alimentos en el país

Los Tiempos.- El mundo ya había sido advertido fatídicamente de las desastrosas consecuencias que tendría en la humanidad el cambio climático, aunque no siempre con suficiente conocimiento de causa. 

Bolivia padece desde hace más de una década las adversidades producidas por los fenómenos de El Niño y de La Niña, pero sus efectos en la crisis alimentaria no hicieron carne hasta hace unos pocos años en los que se sintieron grandes pérdidas de cosechas y de producción agrícola. 

ALZA. Esto se presentó con el agravante del incremento en los precios de los alimentos, que irán todavía en aumento, de acuerdo con las recientes previsiones de analistas y entidades internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés). 

Estas entidades internacionales demandan de las economías más importantes, como las de los países agrupados en el G-20, acciones inmediatas para evitar que las personas más vulnerables de los países en desarrollo (al igual que los pobres de los países desarrollados) reciban el impacto de forma más severa. 

Al respecto, la FAO señala que las personas que ya se encuentran en una situación límite son especialmente las más vulnerables: quienes no poseen tierras, los habitantes de los barrios marginales y los trabajadores agrícolas. Además, cuando el consumo disminuye, las mujeres y los niños son quienes más sufren, ya que, en la mayoría de los hogares, se tiende a privilegiar a los hombres a la hora de racionar los alimentos en la casa. 

Mientras el incremento de los precios de los alimentos representa una clara amenaza para muchas personas pobres en los países en desarrollo, también podría representar una oportunidad para aquellos que viven de la agricultura. Sin embargo, muchos agricultores pobres no pueden beneficiarse del incremento de los precios por varios motivos, como el acceso limitado a la tierra, el agua o los insumos esenciales como fertilizantes, o por el impacto de los desastres naturales o los conflictos. 

Muchos agricultores venden sus productos a través de un solo comprador, quien fija el precio. Son además especialmente vulnerables ante los cambios climáticos, no siempre disponen de los medios para almacenar sus productos y el mal estado de las carreteras e infraestructuras en general hace que no puedan acceder a los mercados. 

BOLIVIA 2011. Para el director de la Fundación Milenio, el economista Napoleón Pacheco, el panorama para este año es muy complicado, pues pronostica que la inflación va a continuar, especialmente en el rubro de los alimentos, por dos razones. 

Primero, porque a escala internacional continuarán los problemas que han determinado el alza de precios de alimentos y porque los efectos del cambio climático han causado la disminución de la producción alimenticia. 

“La gran importación de azúcar no va a aplacar el problema porque el precio internacional va a seguir en aumento, debido a la demanda, en muchos casos especulativa, que hay en los mercados internacionales y debido a los desastres naturales que han causado estragos en Australia este año, por ejemplo”, señaló. 

MÁS PROBLEMAS. De acuerdo con los informes recabados por la FAO, desde julio de 2010, los precios de algunos productos agrícolas han aumentado de forma drástica. El precio del maíz se ha incrementado en un 74 por ciento; el del trigo, en un 84 por ciento; el del azúcar, en un 77 por ciento, y los de los aceites y las grasas, en un 57 por ciento. 

Pacheco aseguró que este problema no será ajeno para la economía boliviana, cuyo Gobierno, a partir de 2008, ha implementado una serie de medidas restrictivas para los productos agropecuarios, que no han hecho más que distorsionar el funcionamiento del mercado. 

“En ese contexto, es imposible pensar que los precios se ajusten y se vuelva a una situación de normalidad”, puntualizó. 

Efectos por el mundo 

No es posible relacionar fenómenos meteorológicos concretos con el cambio climático. Sin embargo, la mayoría de los científicos se muestra de acuerdo al señalar que el mundo experimentará fenómenos meteorológicos más extremos e impredecibles como consecuencia del cambio climático. 

En el último año hemos sido testigos de los devastadores efectos de varios fenómenos meteorológicos que tuvieron un impacto dramático en la producción de alimentos. Durante los meses de julio y agosto de 2010, Rusia experimentó la peor sequía en décadas, que destruyó un 25 por ciento de la cosecha de trigo. Como consecuencia, se prohibieron las exportaciones, lo que ocasionó la compra descontrolada y un incremento vertiginoso en el precio del trigo. 

Las inundaciones que azotaron Australia en enero de 2011 dañaron terriblemente la producción agrícola de Queensland, una región crítica en la producción mundial de trigo y azúcar. 

Los motivos del incremento 

Las causas del incremento de los precios de los alimentos son varias, pero, aunque existe un fuerte debate en torno a la repercusión de los diferentes factores, las principales son: 

La disminución de la producción agrícola debido a las malas condiciones meteorológicas, probablemente relacionadas con el cambio climático (por ejemplo, la sequía extrema o las inundaciones experimentadas en Australia o Rusia). 

Las restricciones aplicadas a las exportaciones y las compras descontroladas provocadas por el pánico —normalmente como consecuencia de fenómenos meteorológicos extremos. 

El aumento de la demanda tanto de biocombustibles —que además acapara la utilización de la tierra anteriormente destinada a la producción agrícola— como de alimentos (especialmente de la carne). 

Causas económicas como la depreciación del dólar, los tipos de interés bajo y la especulación. 

El aumento de los precios de los combustibles que incrementan el costo de elementos esenciales en la agricultura como los fertilizantes o el transporte. 


Nota: la prensa

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