Isaac Mao: "Las redes sociales son el arma definitiva para acabar con la censura"

Isaac Mao
  • El primer bloguero chino y uno de los mayores activistas contra la censura en Internet ha hablado para 20minutos.es.
  • Mao asegura que la filosofía de Internet rebasará la censura.
En 2002 Isaac Mao se convirtió en el primer bloguero de China y no tardó en simbolizar la lucha contra la censura que el gobierno aplica en Internet. Mao recibió una gran atención mediática a raíz de una carta en la que criticaba el cambio de política de Google en China, que comenzó a someterse a las presiones y restricciones del régimen. En la actualidad, el bloguero da conferencias por todo el mundo hablando sobre la cultura de Internet libre. Durante una visita a Madrid para dar una de sus charlas, Mao concedió a 20minutos.esuna entrevista en la que, pese a la seriedad del tema, demostró una gran simpatía y buen humor.
¿Qué mecanismos utiliza el gobierno Chino para aplicar la censura en Internet?
Existen dos niveles de censura en China. El primer nivel es muy técnico. Tenemos la más gigantesca infraestructura para impedir que la gente pueda acceder a contenido de fuera del país, especialmente a contenidos de tipo político. Lo mismo sucede con sitios web como Twitter, Facebook o YouTube, que están bloqueados en China. El filtro también afecta a una serie de palabras clave que chocan contra ese gran firewall que intenta controlar a 400 millones de internautas chinos.
El otro nivel  es más doméstico.  El sistema emplea muchos recursos humanos. Hay alrededor de 100.000 personas en todo el país contratadas para monitorizar conversaciones, revisar publicaciones y controlar a la gente de diversas maneras.
¿Cuáles son los principales motivos que llevan a China a censurar contenidos?
El sistema de censura no es transparente, tiene reglas ocultas dirigidas tanto a las compañías de Internet como a los usuarios. Las reglas ocultas pueden definirse como una lista de términos clave que no pueden publicarse en la Red. Cualquier contenido en el que aparezcan esas palabras puede ser censurado.  Esto afecta incluso al texto de nuestra constitución, que tiene un hermoso artículo que habla sobre la democracia, la libertad y demás. Si publicas el contenido íntegro de la constitución en una web, éste puede ser eliminado ya que choca contra el muro de la censura.

Esas reglas ocultas, que afectan a empresas y particulares por igual, generan miedo en la gente. Ellos no tienen el suficiente valor para publicar determinados contenidos. Creo que el motivo por el que el gobierno despliega todos esos medios es para evitar que la gente hable demasiado sobre cuestiones políticas, sobre cuestiones sociales, sobre la historia y los errores del partido comunista o sobre la revolución cultural.
¿Qué recursos tienen los internautas para evitar la censura?
Cuanta más censura hay, más tácticas para evitarla surgen. Creo que para la mayoría de los internautas, el problema clave es la falta de valor, el temor en sus corazones hace que se vuelvan conformistas. Pero también hay mucha gente que se implica en determinadas publicaciones y colabora en la difusión de información. Usan herramientas técnicas que les permiten superar los bloqueos. Emplean sistemas como el BPM, salas de chat secretas o el correo electrónico para transferir informaciones.
Me parece que el cambio tiene que venir de dentro, de los internautas chinos. Si se dan cuenta de que otras personas utilizan estos métodos para evitar la censura, se volverán más valientes y como colectivo tendrán más fuerza contra una censura que está pensada para los individuos.
¿Qué papel juegan las redes sociales en esta situación?
Son una herramienta muy poderosa. Creo que las redes sociales son el arma definitiva para derrotar a la censura, ya que los medios online están bloqueados. Todavía quedan algunas herramientas sociales en China que no están censuradas. Puede que sus usuarios no sean los primeros en publicar una información, pero sí pueden compartir la información publicada por otros a través de sus redes personales. Es un proceso imparable. Tú puedes controlar un comentario, un medio o un usuario, pero los mensajes se difunden muy rápidamente, antes de que la censura tenga tiempo de actuar. Los nuevos dispositivos, tales como los smartphones, también contribuyen a aumentar las formas de comunicación entre la gente. Cada vez estamos más conectados y la información fluye y crece cada vez más rápido, mucho más rápido.

¿Por qué un buscador tan controlado como Baidu es el más utilizado en China?
Baidu saca mucha ventaja de su compromiso con el gobierno describiéndose a sí misma como una compañía nacional. Mucha gente recompensa a la empresa por el mero hecho de ser china. Por otro lado, Baidu no necesita ser muy controlada por el gobierno ya que emplean un sistema de autocensura. Además se rigen por las leyes chinas y pueden ofrecer servicios como descargas e intercambio de ficheros. Google no puede hacer eso ya que es una empresa internacional que tiene que responder de sus actividades en todo el mundo. No puede ofrecer contenidos que vayan contra leyes de otros países como Estados Unidos. A Baidu no le interesa el reto internacional ya que no tiene usuarios internacionales.
Por otro lado, el gobierno chino ha realizado una fuerte campaña contra Google y ha conseguido que muchos internautas vean al buscador de forma negativa. También creen que Google también aplica mucha censura. Con Google fuera de juego, presionado por el gobierno,  Baidu toma ventaja y se sitúa como líder del mercado.
¿A la gente le preocupa realmente esta situación?
Depende. Muchas personas piensan que tienen suficiente información, toda la que les puede ser útil para su vida diaria. Yo digo que no. Sólo ven cinco o seis páginas al día: páginas de noticias, de deportes, de videojuegos… Eso es suficiente para ellos, no necesitan más. Sin embargo, cada vez hay más gente que quiere aprender cosas, leer opiniones de fuera del país, visitar webs internacionales como la Wikipedia, etcétera.
Este estado de cosas genera un conflicto  entre los usuarios y el sistema de censura. Cuando una persona publica algo y quiere compartirlo se topa con un muro, como la muralla china o el muro de Berlín. Esa barrera crea incomodidad, frustración y finalmente ira, por lo que la reacción de los internautas es cada día mayor, va creciendo rápidamente. Cada vez hay más motivaciones para luchar contra la censura.
¿Ha sufrido muchas presiones por su actitud crítica contra el sistema chino?
Me ha costado mucho encontrar escenarios en los que hablar con total libertad. Lo he conseguido paso a paso. Cuando intentaba hablar más, recibía más presión. Bloqueaban mi blog una y otra vez y la gente me aconsejaba que quizás sería mejor rebajar mi actitud crítica tanto online como offline. Lo único que han conseguido con esto es que cada vez me haya reafirmado más en mis convicciones. No es un problema individual. Ésta es exactamente la misma situación que viven otros internautas y ellos están reaccionando de la misma manera: cada vez son más críticos, cada vez luchan más.

¿Cree que hay alguna solución para el problema?
La solución está ya ahí: la gente comparte y eso no se puede silenciar. Es la filosofía de Internet, todo puede difundirse fácil y rápidamente: tenemos redes sociales, Twitter, correo electrónico… Lo único que hace falta para acabar con la censura es más gente compartiendo, más gente implicada en la cultura de Internet. Los nuevos dispositivos, las nuevas tecnologías, hacen que eso sea cada vez más sencillo y accesible. Sucederá de forma natural. Egipto es el mejor ejemplo de cómo los medios sociales son capaces de conectar a la gente.
¿Qu é páginas web y blogs le gusta leer?, ¿alguna recomendación?
En tecnología me gusta TechCrunch. Sobre política leo The Huffington Post y blogs personales de algunos autores de Global Voices Online. Leo muchos blogs de personas que hablan sobre la situación en China. A través de recomendaciones en Twitter estoy descubriendo también muy buenas publicaciones.

Nota : 20Minutos

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