En su homilía del tercer domingo de Cuaresma, el Cardenal Julio Terrazas invocó a los bolivianos y fieles católicos a ser los "constructores de la paz", en medio de tanta guerra, incomprensiones y dolor, para lograr un diálogo sincero entre los seres humanos.
En medio de tantos escenarios de muertes y enfermedades, el Cardenal y máximo representante de la Iglesia Católica en Bolivia reflexionó en torno a estos problemas y los "compromisos" que exigen las enseñanzas dejadas por Jesucristo para recibir el "agua viva de la vida eterna".
El Cardenal Terrazas reflexionó en torno por los problemas por los que atraviesan en el país miles de familias damnificadas en el territorio nacional a causa de los desastres naturales, así como la muerte de cientos de personas a causa de la guerra en Libia y la pérdida de miles de vidas humanas provocadas por el terremoto y Tsunami en el Japón.
"Quizás la pregunta que debemos hacernos frente a lo que vivimos actualmente en el país y fuera del país, en el mundo, en aquellos lugares donde dramáticamente se ha convertido en escenarios de muerte de inocentes, de gente civil, en aquellos espacios donde parece que se desprecia todo lo que es acercamiento o diálogo, en muchos lugares donde reinan esas enfermedades que no quisiéramos que no lleguen a nuestras casas", dijo.
En ese contexto, expresó su preocupación por la propagación de la tuberculosis en las cárceles del país, la expansión rápida del dengue en las regiones orientales que hasta el momento ya provocó la muerte de más de 14 personas según datos oficiales del Ministerio de Salud, o la proliferación de enfermos con el virus del VIH-Sida.
"Es aquí donde nosotros tenemos que ver hacia donde va nuestra fe y en que nos compromete para responder a estas situaciones. ¿Esta entre nosotros el señor? Esa es la pregunta que también hoy en día puede surgir y nuestro Dios se va a mostrar siempre dispuesto a salvar la vida a darnos aquello que mantendrá nuestra vida para evitar que en nuestro caminar no echemos de menos las ollas de la esclavitud y nos lancemos hacia la conquista de la tierra prometida", dijo.
En este tiempo de Cuaresma, el Cardenal Terrazas apeló a las escrituras y parábolas bíblicas para reflexionar en torno a la importancia de mantener las enseñanzas de la "palabra viva y de fe" que dejó Jesucristo a la humanidad.
"Quién escucha la palabra que no endurezca el corazón es un salmo hermoso y hoy, estos próximos domingos la Iglesia nos va a alimentar con la palabra de Dios en abundancia y ojalá no endurezcamos el corazón y no lo cerremos a la presencia de Dios en nuestras vidas", sostuvo.
En este tiempo de Cuaresma y reencuentro con Dios, el Cardenal invocó a la población y fieles católicos a ponerse en las manos de Dios. "Los verdaderos adoradores no son los que multiplican las palabras, sino son aquellos que se dejan guiar por el espíritu de la vida y el perdón", dijo.
"La verdad y el espíritu no es la adoración de los hipócritas, de los que fingen y andan haciendo de sus vidas un carnaval prolongado, con distintos disfraces y caretas, en verdad conociendo bien los que le ofrecemos a Dios un corazón abierto para que pueda ver lo que hay de amor y lo pueda purificar", dijo.
Finalmente exhortó a los files católicos que frente a la realidad conviene dejar que el Padre Dios mire la realidad del corazón de los bolivianos para que el pueblo reconozca que hay alguien que vino a salvarnos gratuitamente. "Que ha venido a entregar su vida a nosotros pecadores, que ha venido a liberarnos de todas nuestras cosas aprendidas de memoria, o, nuestros proyectos que se circunscriben al modo de pensar consumista de los que no creen en Dios y lo combaten con sus actitudes".
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