LA PAZ (Reuters) - La mayor mina de zinc, plata y plomo de Bolivia, San Cristóbal, seguía paralizada totalmente el jueves por noveno día consecutivo, sin diálogo a la vista entre la empresa y el sindicato que estaban enfrentados por la reciente muerte de un obrero, informaron ambas partes.
El Gobierno izquierdista de Evo Morales mantenía cautela, dejando el conflicto en manos de la empresa, filial de Sumitomo Corp de Japón, cuyas exportaciones con un valor promedio diario de 2,5 millones de dólares constituyen aproximadamente la mitad de las ventas bolivianas de minerales no fundidos.
"No ha habido ninguna modificación de la situación, tampoco se ha iniciado un diálogo hasta la mañana de este jueves", dijo a Reuters un portavoz de San Cristóbal.
César Lugo, dirigente de la Federación de Mineros de Bolivia que acompañaba al sindicato en huelga, apuntó por su parte que "los trabajadores esperan que el Gobierno intervenga para obligar a la empresa a un diálogo sin condiciones".
El viceministro de Minería, Héctor Córdova, dijo que confiaba en una "pronta solución", aunque no precisó qué gestiones realizaba el Gobierno para acercar a las partes.
Según la empresa y el sindicato, la huelga se inició el miércoles 23 de marzo tras fracasar conversaciones sobre mejoras en los servicios de salud de la mina, a los cuales los trabajadores responsabilizaron de la muerte de un obrero a principios de marzo.
La empresa, que dice haber invertido unos 1.400 millones de dólares en el desarrollo de la mina en la última década, produce anualmente casi 600.000 toneladas de concentrados de zinc, plata y plomo, y exportó en el 2010 por valor de 902 millones de dólares, según un reporte oficial.
"En este conflicto ya han intervenido la gobernación de Potosí (distrito en el que está la mina) y el ministerio de Trabajo, pero no encontraron un camino y más bien dan la impresión de que esto se va a prolongar, así que el paro continúa sin tener ninguna solución", dijo Córdova el miércoles.
Agregó que por la huelga el Estado dejaba de percibir casi 400.000 dólares diarios por impuestos y regalías.
Fuentes sindicales señalaron que San Cristóbal, a unos 500 kilómetros al sur de La Paz y cerca de la frontera con Chile, tenía una "importante cantidad" de concentrados minerales almacenados.
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