Según la propia BBC, BPI y IFPI, ambos organismos de la industria musical, habían revelado a la policía que era una activa usuaria de una importante red de intercambio de archivos. Dicho así, parece que estamos hablando de un red terrorista, cuando las redes de intercambio de archivos no son ilegales. Una vez llevada a juicio, Mirian Watson, fiscal del caso, habló sobre la presunta implicada con el siguiente discurso:
Trataba de burlarse ilegalmente de las leyes de derechos de autor y esto equivale a robo, ya que no sólo priva a las empresas legítimas y a los artistas de sus ingresos, sino que también socava la industria de la música en su conjunto. Vamos a continuar trabajando eficazmente con la policía en este ámbito para la aplicación sólida de la leyMuir alega que en ningún caso se ha lucrado de los archivos compartidos y que no era su intención en ningún momento hacer dinero con la distribución. Por otro lado, el Partido Pirata del Reino Unido ya ha dicho que este tipo de prácticas de las organizaciones discográficas sobre ciudadanos individuales tiene más que ver con medidas de presión sobre los proveedores para que bloqueen aquellos sitios con contenidos ilícitos. La sentencia de Muir se sabrá la próxima semana.
Via : Bitelia
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