“Hemos hecho un ejercicio de cuanto se puede generar en una hectárea de coca, estamos hablando de alrededor 400 a 500 mil bolivianos al año que genera cada cocalero, tomando en cuenta que se cosecha cuatro veces al año, y eso a cualquiera le cae bien y por eso se dedican a esta actividad. Además hay que resaltar que esta coca no es apta para el acullico y llegamos a la conclusión que esa coca se está yendo al narcotráfico”, informó Tarima.
Por la información que maneja la gobernación de Santa Cruz, en la reserva forestal del Choré se encuentran asentados más de 80 sindicatos. La mayoría de estos son cocaleros del Chapare que han cruzado el Río Ichilo con la intensión de ampliar sus hectáreas y generar más dinero por la alta rentabilidad que genera esta actividad.
“Gente del Chapare están cultivando coca en el Choré. Hay una especie de expansión de los cocaleros del Chapare hacia otras áreas que tienen potencial para la producción de la coca”, añadió.
Por otra parte, Tarima denunció que aproximadamente son 65 mil las hectáreas que han sido chaqueadas y deforestadas en la reserva forestal del Choré. Señaló que en esta zona los colonos no permiten el ingreso de la ABT que es la instancia competente para realizar los controles.
“Hay mucha extracción de madera ilegal, la ABT no puede controlar por que no tiene ingreso a esta zona, ellos están amenazados por los colonos asentados, tienen miedo entrar a realizar los controles respectivos. Lo peor es que esa madera se va a Cochabamba”, finalizó el Responsable de Gestión del Proyecto de Conservación de la Reserva del Choré.
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