La desaceleración internacional podría derivar en una desactivación productiva |
La economía mundial entró en una fase de desaceleración, pero las posibilidades de que caiga en una recesión son aún del 50%, declaró ayer a Efe el experto en Macroeconomía mexicano Alejandro Villagómez.
"Tenemos tres focos rojos importantes (la crisis fiscal europea, la del sistema financiero internacional, y la de Estados Unidos) y va a depender mucho de eso lo que suceda", dijo en una entrevista el experto, quien presenta estos días un nuevo libro, "La primera gran crisis mundial del siglo XXI".
Según este doctor en Economía por la Universidad de Washington, en Europa "la crisis fiscal no está siendo resuelta de manera adecuada".
"Hay una fuerte crítica de que los Gobiernos europeos están atacando el problema como uno de liquidez, no de insolvencia", indicó.
La crisis no se generalizó aún, pero los Gobiernos de la Eurozona "están apostando al juego de inyectar, inyectar recursos, y parece que no está convenciendo a los mercados", apuntó.
Europa entró en una etapa de "consolidación fiscal" que implica reducir gastos y, a veces, aumentar impuestos, como sucedió en Grecia y Portugal.
Por las dificultades pasaron también Irlanda, España e Italia, y a fines de la semana pasada Francia, lo que representó "un calambre mayor" para los Veintisiete.
"Si truena Europa, las probabilidades de recesión se elevan de manera importante", especialmente porque EE.UU. "tiene una interconexión mucho más importante" con la Eurozona, aseguró Villagómez.
En Estados Unidos, la segunda zona de inestabilidad, "el problema fundamental es que los niveles de endeudamiento de las familias y de las empresas todavía son altos. Y mientras lo sean (...) el consumo y la inversión privadas no van a repuntar".
Washington introdujo ya medidas de restricción del gasto, más que nada de corto plazo, pero está por ver si a ellas responden o no "el consumo y la inversión privada". Si no sucede así, nuevamente aumentaría "el riesgo de recesión", añade Villagómez.
Este profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) detecta un tercer elemento de potencial vulnerabilidad en el sistema financiero internacional.
Allí la banca europea y la estadounidense enfrentan "una debilidad en sus hojas de balance" que "no está todavía resuelta".
Para los próximos días o semanas la clave, dijo, será "ver cómo reaccionan los Gobiernos europeos, fundamentalmente Alemania y Francia", y qué ocurre con Estados Unidos.
Según el experto, es claro que la presente coyuntura "es una consecuencia" directa de la que comenzó a mediados de 2007 cuando diversos fondos de inversión empezaron a mostrar problemas y BNP Paribas anunció la suspensión temporal de algunos de los suyos.
Por otra parte, el Banco Central Europeo (BCE) reinició el programa de compra de deuda pública, para apoyar a España e Italia, con una cantidad semanal récord de 22.000 millones de euros, que incluyen bonos españoles, italianos, portugueses e irlandeses.
El BCE informó que la semana pasada intervino de nuevo en el mercado secundario de deuda pública de la zona del euro, tras no haberlo hecho durante diecinueve semanas consecutivas, desde finales de marzo.
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