A 144 años de la pérdida del mar y después de al menos cuatro fracasos del gobierno del MAS en el tema marítimo en los últimos 17 años, expertos y exdiplomáticos plantean que Bolivia debe cambiar la “Diplomacia de los Pueblos”, supeditada al tema ideológico, y apunte a una política exterior realista con Chile pero sin “exclusiones”.
“El instrumento básico de la diplomacia es la negociación, que no es más que la ciencia y arte del regateo. El secreto es cerrar esas divergencias a partir de cesiones y concesiones. Lastimosamente, la Diplomacia de los Pueblos no sólo es ideologizada, sino también improvisada, es de coyuntura”, afirmó Windsor Limarino, experto en relaciones internacionales.
Este jueves se cumplen 144 años de la pérdida del acceso marítimo después de la Guerra del Pacífico ante Chile y en los últimos 17 años, el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) perdió dos procesos penales internacionales y otras dos iniciativas, Chile las rechazó.
El académico Limarino parte de una premisa básica de las relaciones internacionales que dice: “Los países no tienen amigos ni enemigos, tienen intereses”, por ello insistió en que se debe elaborar “política exterior bilateral realista. Elaborada con amplia participación de expertos, diplomáticos, académicos, historiadores y otros, que incluya además las distintas posturas ideológicas de manera de tener bases de una política de Estado de mediano y largo plazo”.
Francisco Xavier Solares, otro experto en relaciones internacionales, Bolivia debe “cambiar la visión sobre lo que son las relaciones internacionales”, que actualmente se rige bajo la filosofía de la Diplomacia de los Pueblos.
“Porque si se mantiene esa visión de un mundo con aliados ideológicos que van en contra del mundo y del sistema internacional actual, Bolivia no va a poder nunca prosperar en una relación con sus vecinos, porque los vecinos (entre ellos Chile) tienen una política exterior bastante pragmática a pesar de que algunos son socialistas”, aseveró Solares.
El especialista graficó con un ejemplo económico, cómo Bolivia equivoca el camino de su salida al mar al priorizar sus afinidades ideológicas. “El Gobierno del MAS se jacta al decir: ‘Hemos tenemos superávit de exportación’ Toda esa exportación sale por Perú y Chile, y por el conflicto en Perú no reconocemos a su presidenta (Dina) Boluarte y segundo, no ampliamos nuestra relación comercial con Chile”, precisó Solares para quien la política exterior del país es “antiprofesional, antipragmática y va en contra de los intereses del Estado”.
“Porque si se mantiene esa visión de un mundo con aliados ideológicos que van en contra del mundo y del sistema internacional actual, Bolivia no va a poder nunca prosperar en una relación con sus vecinos, porque los vecinos (entre ellos Chile) tienen una política exterior bastante pragmática a pesar de que algunos son socialistas”, aseveró Solares.
El especialista graficó con un ejemplo económico cómo Bolivia equivoca el camino de su salida al mar al priorizar sus afinidades ideológicas. “El Gobierno del MAS se jacta al decir: ‘Tenemos superávit de exportación’. Toda esa exportación sale por Perú y Chile, y por el conflicto en Perú no reconocemos a su presidenta (Dina) Boluarte y segundo, no ampliamos nuestra relación comercial con Chile”, precisó Solares para quien la política exterior del país es “antiprofesional, antipragmática y va en contra de los intereses del Estado”.
El exdiplomático y ahora diputado de Comunidad Ciudadana (CC), Gustavo Aliaga, admite que el tema marítimo es muy importante, pero que “no es el momento para hablar sobre el tema mar”, sin embargo se debe apuntar “a un nuevo relacionamiento con Chile más maduro y que permita en el futuro encontrar salidas al problema marítimo sin exclusiones”.
Las cuatro derrotas
En el tema marítimo, el expresidente Morales planteó en 2006 al presidente chileno Ricardo Lagos la “Agenda de los 13 puntos” y si bien la mandataria Michelle Bachelet dio continuidad al proyecto, en 2011 el planteamiento se diluyó por parte del presidente chileno Sebastián Piñeira.
Después en 2014, Bolivia demandó a Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por una salida soberana al Pacífico. En 2018, por 12 votos a favor y 3 en contra, los jueces fallaron que Santiago “no está jurídicamente obligado a hacerlo, porque ninguno de los acuerdos o tratados firmados por ambos países a lo largo de los años así lo indica; tampoco lo indican otras resoluciones internacionales”.
Antes de que se conozca el fallo de la CIJ de La Haya, Bolivia demandó a Chile en 2016 a Chile ante la misma corte internacional, por las aguas del Silala, sin embargo el 1 de diciembre de 2022 el Tribunal dio la razón a los chilenos.
Por último, el 11 de marzo de 2022, cuando el presidente Luis Arce se reunió con su homólogo chileno Gabriel Boric en Santiago, informó a la estatal Bolivia Tv que el tema marítimo y las aguas del Silala fueron parte de su encuentro con Boric. “Son varios temas que le hemos propuesto, entre ellos está el de las visas para funcionarios de alta jerarquía del Gobierno, el uso de las aguas internacionales, el tema marítimo”.
No obstante, tres días después, Boric descartó que en la nueva relación con Bolivia vaya a tratarse la soberanía territorial. “Chile no negocia su soberanía, como me imagino no hace ningún país. Entiendo que el presidente Arce tenga que decir ciertas cosas, pero a lo que le he invitado, y creo que hay buena disposición de ambos, es a no poner la carreta delante de los bueyes”, puntualizó el mandatario chileno.
Abrir puentes de diálogo
Solares, analista internacional, consideró que se debe recuperar la “Agenda de los 13 puntos que bajó a 11 por lo del Silala y el mar, pero podemos trabajar en temas de seguridad y cooperación fronteriza”, deslizó.
El académico acotó que ante la presencia de mafias transfronterizas de contrabando, tráfico de drogas, trata de personas, crisis migratoria y tráfico de armas, Bolivia y Chile pueden unir tareas para luchar contra estos delitos.
“Yo creo que esos tienen que ser los punto un acuerdo bilateral de seguridad fronteriza”, enfatizó Solares.
Y si bien el tema marítimo es para Bolivia un tema irrenunciable, Solares reafirma que el país debe consolidar el Puerto Busch, que da acceso al Océano Atlántico, además de Puerto Ilo en Perú y Puerto Rosario, una zona franca que Argentina dio a Bolivia en 1969 y que el país nunca llegó a usarlo en su integridad salir al Atlántico.
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