Gobierno no dispondrá intervención militar ni policial en conflicto de Potosí

Pese a las permanentes provocaciones de sectores cívicos y políticos de oposición, el Gobierno no dispondrá la intervención militar ni policial para solucionar el conflicto desatado en Potosí hace 15 días, dijeron el viernes las autoridades.
El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, manifestó que el Gobierno mantendrá su política de diálogo para reunirse con los dirigentes cívicos potosinos en busca de acuerdos y la solución a las demandas regionales.

    "No vamos a caer en la provocación para reaccionar con el uso de la fuerza", anotó, al lamentar que la dirigencia cívica de Potosí mantenga un conflicto sin buscar soluciones.

    Llorenti subrayó que delegaciones del Gobierno al más alto nivel han esperado a la dirigencia potosina en Cochabamba una vez y dos veces en Sucre desde el pasado 1 de agosto sin encontrar una apertura que permita alcanzar acuerdos.

    El Ministro enfatizó que todo lleva a pensar que el objetivo de los dirigentes que promueven la huelga no es luchar por las demandas regionales, sino que "responden a otros intereses para desgastar al Gobierno".

    "No se puede pensar de otra manera si es que de un lado (Gobierno) se plantea dialogar y del  otro (los cívicos) la respuesta es negativa y agresiva", agregó.

    Señaló que la población pudo ver por televisión la noche del jueves cómo las dirigencias cívicas de Potosí faltaban el respeto a tres ministros de Estado que fueron delegados por el presidente Evo Morales para que inicien el diálogo.

    Mencionó las declaraciones del principal dirigente cívico de Potosí, Celestino Condori, quien subrayó que "deberían estar presentes por lo menos seis Ministros y no solamente tres", al referirse a los titulares de la Presidencia, Autonomías y Minería, Oscar Coca, Carlos Romero y José Pimentel, respectivamente.

    El Ministro indicó que igualmente Condori exigió inicialmente una solución al diferendo limítrofe con Oruro, entre las poblaciones de Coroma y Quillacas, y posteriormente subrayó en una carta que ese asunto es secundario y que primero deberían solucionarse otras reivindicaciones.

    En el inicio del diálogo la noche del jueves, el Gobierno adelantó que las otras cinco demandas potosinas están encaminadas, como ser la preservación del cerro rico de Potosí, la consolidación de la red vial departamental, la instalación de la fábrica de cemento, la reactivación de la planta metalúrgica de Karachipampa y la construcción de un aeropuerto internacional.

    Los ministros manifestaron que solamente en Potosí el Gobierno ejecutará 577 millones de dólares en la construcción y mejoramiento de caminos departamentales y provinciales.

     Para Llorenti, detrás de todo el problema se mueven hilos políticos de la oposición, entre ellos los del alcalde de Potosí, René Joaquino, Jefe de Alianza Social (AS), quien tiene una imputación por irregularidades cometidas en su administración.

    "¿A quién beneficia el paro?", se cuestionó Llorenti, al anotar que sobre Joaquino ya existe inclusive una imputación formal que lo llevaría a ser aparatado del cargo de Alcalde, por lo que el conflicto de Potosí ha retrasado los trámites que realiza el Ministerio Público al respecto.

    Igualmente subrayó que no han sido casuales otras huelgas declaradas en Potosí en el pasado reciente, precisamente antes de consultas electorales, como los sucedidos antes de los comicios generales de diciembre de 2009 y los regionales de abril de 2010.

    "En esas ocasiones presentaron cuestionamientos sobre las consultas para resolver el tema del Silala con Chile y sobre la marcha del proceso de explotación e industrialización del litio que existe en Potosí", afirmó.

    El Ministro enfatizó que el objetivo de estos grupos radicales es precipitar enfrentamientos en Potosí, sin condolerse del sufrimiento al que han sometido a su pueblo a consecuencia de la huelga, enfatizó.

    Lamentó que los habitantes de Potosí sufran en la actualidad por el desabastecimiento de alimentos, del aislamiento con otras regiones del país, por la suspensión de las labores escolares y la atención irregular de los servicios de salud y de la banca.

    Consultado sobre un eventual viaje del Jefe de Estado a Potosí o a Sucre para dialogar directamente con los sectores en conflicto, el Ministro puntualizó que el Gobierno "no puede arriesgar la seguridad del Presidente, dada la violencia con la que actúan los grupos radicales".

    "La población ha verificado que estos grupos que dirigen la huelga han agredido hasta al propio presidente del Comité Cívico Potosinista (COMCIPO), Celestino Condori, y al Gobernador del departamento, Félix Gonzáles", afirmó.

    Dijo que el Primer Mandatario sostiene permanentes reuniones y un diálogo fluido con todos los sectores y regiones del país.

    Expresó que el viernes desde muy temprano ha recibido en el Palacio de Gobierno  a dirigentes de la Federación de Campesinos de Potosí para intercambiar puntos de vista sobre el desenvolvimiento del conflicto en esa región y las vías de solución.

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