Las negociaciones para el acuerdo marco entre Bolivia y Estados Unidos han sido congeladas y podrían fracasar porque no hubo avances en la agenda económica, según ha deslizado el presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales.
El acuerdo bilateral fue impulsado al más alto nivel. A principios de junio, el secretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio, Arturo Valenzuela, se reunió con el canciller David Choquehuanca; ambos llegaron a la conclusión de que los avances logrados fueron muy importantes.
En esa oportunidad, el ministro boliviano de Relaciones Exteriores afirmó que el avance del documento es del 99 por ciento. “Hay avances positivos en un diálogo político y responsabilidad compartida en diferentes aspectos, tal es el caso de la lucha contra el narcotráfico, el comercio y la cooperación”, acotó el canciller.
Sin embargo, el Primer Mandatario boliviano reveló el martes discrepancias sobre los pocos puntos que no han sido resueltos. “Había un nuevo marco de cooperación e inversión que insistimos pero no se puede, yo de verdad pensé que un negro y un indio íbamos a trabajar por la vida y la unidad del mundo, creo que será muy difícil”, dijo Morales desde Nueva York.
En la negociación, las representaciones de ambos países lograron puntos coincidentes para la creación de mecanismos de consulta política y lograron avances en materia de cooperación judicial y política exterior, según explicaron fuentes del gobierno.
Hasta fines de mayo, las discrepancias más importantes radicaban en lucha contra el narcotráfico; sin embargo, el Primer Mandatario identificó que el programa de cooperación y el plan de inversiones son los elementos que impiden la firma del acuerdo marco, un mecanismo de relación bilateral al que Estados Unidos está poco habituado.
El Gobierno ha definido nuevas reglas de relación con la cooperación internacional, con las representaciones de Estados y organismos multilaterales. La posición boliviana es que los recursos de donación sean administrados por el Organo Ejecutivo y que vayan en sintonía con el Plan Nacional de Desarrollo.
Cuando mencionó la cooperación, el Presidente aludió a la posición de que todos los recursos deben ser administrados por el Tesoro General de la Nación, afirmó una fuente gubernamental.
“Tienen que respetar nuestra soberanía, esa capacidad de autodeterminación. El Gobierno norteamericano tiene que entender que no debe conspirar para debilitar al Gobierno, para manipular a dirigentes, para chantajear a empresarios. Somos respetuosos de la vida institucional de Estados Unidos, pero ellos no nos valoran”, dijo, por su parte, el vicepresidente Alvaro García Linera, en respaldo a las declaraciones de Evo Morales.
Sin embargo, el Presidente en ejercicio no aludió al convenio marco, pero insistió en que el gobierno boliviano “no acepta chantajes ni esclavitudes políticas”
Bolivia y Estados Unidos comenzaron a discutir el nuevo acuerdo marco de sus relaciones bilaterales el 23 de julio de 2008, con la visita a La Paz del entonces Secretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas Shannon
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