La Paz, 6 sep.- Bolívar, más allá de haber alcanzado una victoria indiscutida ante un adversario sin relieve, La Paz FC, puso en la planilla un resultado que no admite dudas: 3-1, insinuó algunos progresos con respecto a su propuesta futbolística, sobre todo por su mayor agresividad para buscar el marco de enfrente y claridad en su gestión defensiva.
Si la parcialidad bolivarista ‘celeste’ dejó el escenario miraflorino con una sonrisa es porque su equipo supo construir una victoria bien estructurada, con goles bien elaborados y lo que es más importante, dio claras señales de que su propuesta futbolística se está robusteciendo.
El primer gol bolivarista se registró a los 30’. Un centro de Abdón Reyes desde el flanco derecho y cuyo receptor fue Zé Carlos, que con disparo bajo y seco venció la resistencia del arquero Jordán. Tres minutos después, en otra jugada bien elaborada, Valdeir envió un pase al vacío para la entrada de Ferreira, quien con potente zurdazo cruzó el cuero a media altura, dejando indefenso al meta ‘azulgrana’.
En el segundo tiempo, el colombiano Asprilla acortó distancias, le gano las espaldas a Méndez y con el último aliento empujó la pelota ante una acción desesperada del arquero Robledo, que no pudo evitar el contraste y la cuenta registraba un 2-1 para los bolivaristas. Nuevamente Zé Carlos a los 27’, con disparo potente junto al primer palo, y la historia del partido se pintaba de ‘celeste’
Por supuesto que la estatura de su ocasional adversario no aportó mucho para entrar en un análisis que dé margen a encontrar razones para tener certidumbre acerca de la evolución de lo que pretende encontrar el estratega Néstor Clausen.
Por su lado, La Paz FC sigue siendo presa de sus propias limitaciones, porque es entendible que no es nada fácil sacarse de la cabeza factores que impiden encontrar concentración y una correcta aplicación de argumentos que le permitan salir del fango en el que se encuentra, porque al cabo de siete partidos disputados apenas consiguió dos unidades y su permanencia en la Liga está cada vez más comprometida.
Bolívar puso ideas, se animó a crear opciones de gol hasta con sutileza, puesto que esa imagen quedó hasta el momento en que Valdeir dejó el campo de juego, porque fue el generador de buen trato y dio un correcto destino a los balones.
Por su lado, el ‘azulgrana’ quedó resignado a su chance casi nula, porque jamás apareció el hombre pensante, el articulador de ideas y que ponga orden en su transitar que se perdía en la indefinición y se resignaba a la caída
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