Los empresarios dedicados a esta actividad calificaron la tasa impositiva como demasiado alta y advirtieron de que esto pone en riesgo a las casas de juego y los empleos que generan.
“Lo que pagan hoy no es un impuesto, es un canon, es decir es un concepto administrativo que les cobra Lonabol por haberles dado la autorización de funcionamiento; lo que nosotros estamos creando es un impuesto y su carácter es completamente diferente”, explicó la Viceministra.
En ese sentido, la autoridad subrayó que la medida se constituye en la mejor manera de que el Estado regule a las casas de juego, además de evitar “que determinadas actividades que generan una especie de vicio proliferen indiscriminadamente”.
En opinión de Ríos, el Órgano Ejecutivo defenderá su proyecto y no permitirá ninguna modificación a la futura norma, pues cuenta con el respaldo jurídico necesario.
“Lo que ellos (las casas de juego) plantean es masificar la actividad sin una fiscalización apropiada. Sin embargo, nosotros planteamos un control riguroso”, apuntó.
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