Evo vapulea a la Iglesia Católica y recibe apoyo de OEA

“Ojo por ojo, diente por diente”. Ese parece ser el eje sobre el cual gira la diplomacia gubernamental en relación a la Iglesia Católica, pero que no es aplicable para el caso de las relaciones con Brasil o Chile, países con los que Bolivia tiene varias cuentas pendientes por cobrar, pero las gestiones diplomáticas carecen de resultados. Ayer el presidente Evo Morales volvió a enfrentarse a la jerarquía eclesiástica a la que acusó de practicar una “democracia vertical” basada en el machismo.
El testigo y víctima del ataque fue nada menos que el Nuncio Apostólico, Giambattista Diquattro, quien estaba presente en el Palacio de Gobierno cuando Evo lanzó su artillería de grueso calibre en el acto de firma de acuerdos con la Organización de los Estados Americanos, representada por el chileno Miguel Insulza. Éste también ofició de testigo involuntario del ataque.
La Conferencia Episcopal reunida en su nonagésima asamblea en días pasados, pronunció un manifiesto expresando sus dudas y preocupaciones sobre la democracia boliviana, el narcotráfico y el creciente cultivo de coca y otros aspectos que tenían sabor a crítica contra el gobierno.
Asimismo, según se reportó en un medio de comunicación paceño, el Arzobispo de Cochabamba, Tito Solari, denunció que cuando viajó por Villa Tunari, Chipiriri, Isinuta y zonas del parque Isiboro Sécure, evidenció que cada familia tiene cultivos de coca. Para el religioso “éste no es el tema” pues preocupa la cocaína y su comercialización a través de jóvenes.
“Pasajeros que vienen de Santa Cruz, que vienen y quieren comprar naranja o mandarina, (ven que) llegan chicos a ofrecer cocaína, bolsas de cocaína. Este es el asunto que nos preocupa”, refirió Solari según Erbol, que tomó las declaraciones de un matutino paceño. Solari también refirió que es evidente el vuelo de aviones en la zona y comparó su frecuencia con el vuelo de “mosquitos”.
En ese contexto, el ataque de Evo a la jerarquía católica fue inusualmente violento. “Algunos padres, algunos obispos se convierten como alcaldes en las comunidades campesinas pero desde arriba cuestionan la democracia; entonces yo me pregunto ¿qué clase de democracia vamos a practicar? ¿Una democracia basada en el machismo, una democracia vertical?”, cuestionó. “Por si acaso yo no quiero morirme de presidente como algunos obispos (como) el Papa, (que) desde que es nombrado Papa sólo muerto puede salir de ese cargo, no creo que eso se trate de democracia”, fustigó Evo, aunque se cuidó de autocalificarse católico.

Llorenti emplaza a Solari
Pero no sólo Evo respondió a la Iglesia. El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, también salió al paso de las denuncias de Tito Solari. Para Llorenti, Solari debe “formalizar” las denuncias sobre incremento de producción de droga y la participación de niños en su comercialización en la zona chapareña. “Todos los ciudadanos independiente de nuestra función tenemos el deber y la obligación de denunciar la comisión de un delito en cuanto lo conocemos”, emplazó el ministro. Según esta autoridad gubernamental, las denuncias de Solari sólo son “mediáticas” y “abstractas”, por lo que deben “concretarse”, aunque también anunció que se ordenarán operativos en la región productora del trópico de Cochabamba.

Pero Evo no está sólo, OEA lo apoya
Según la agencia ABI, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, expresó el viernes su admiración por la transformación democrática de Bolivia, para “vivir bien”, y consideró que es un ejemplo para el continente porque, a su juicio, el proceso ha mantenido los valores intrínsecos de la democracia.
Como se ve, Insulza no ahorró alabanzas y lo hizo precisamente cuando firmaba un convenio para asegurar Cooperación Técnica de la OEA al gobierno nacional.
“Nosotros admiramos como en Bolivia se ha ido transformando la vida, como se ha ido permitiendo que la gente viva bien, al mismo tiempo manteniendo la capacidad de diálogo y manteniendo un conjunto de valores que son intrínsecos a la democracia”, consideró. A su juicio, Bolivia es un Estado democrático en plena transformación, “un ejemplo para el continente”, y aseguró que la OEA está muy “feliz”, de apoyar ese proceso.
El ex ministro chileno dijo también que “hemos definido el proceso de cambio que tiene lugar en Bolivia como un proceso histórico, y quiero felicitar al Presidente al Vicepresidente y a todo su Gobierno por los grandes avances que se han logrado al romper con antiguos paradigmas, con iniciativas que conllevan a un país más incluyente y participativo, con estrategias de transformación productiva para que los ciudadanos bolivianos puedan vivir bien”, pero no se refirió a los prácticamente nulos avances en la agenda de 13 puntos que los gobiernos de Bolivia y Chile discuten desde hace cinco años.

Opiniones en Tarija
A su vez, el jefe departamental del MAS, Eulalio Sánchez, sobre el tema, dijo “no estoy muy informado al respecto, pero como es una opinión del Presidente no estoy en condiciones de opinar al respecto”.
Sin embargo, consideró que la relación del Gobierno con la Iglesia Católica es “normal”, y recordó que existió un acercamiento, sobre todo en épocas pasadas, cuando se suscitaba una serie de conflictos en busca de una mediación parcial, donde la institución religiosa jugaba un papel importante. “Pero últimamente ya los conflictos no son tan graves y no interviene…”, señaló.

Desde la Gobernación
A su vez, el Secretario de Coordinación de la Gobernación, Mauricio Lea Plaza, consideró que la relación Gobierno-Iglesia “tiene que ver mucho con la lógica hegemónica y totalitaria que se trata de imponer en el país, donde el Gobierno estará bien relacionado con la Iglesia mientras esta se subordine a su política”.
“Cuando la Iglesia hace una crítica al Gobierno, obviamente que el Gobierno la va a castigar y censurar como lo está haciendo, yo creo que esto tiene que ver no sólo con la Iglesia, sino también con la prensa, con los líderes locales, en realidad con todos aquellos escenarios donde no exista un mínimo de respeto de la opinión del otro”, expresó.


Nota : El Pais