El Gobernador defiende a su hermano y le dice terrorista confeso al Vicepresidente

El gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, reaccionó ayer contra el Vicepresidente Álvaro García Linera, a quien llamó “terrorista confeso”, luego de que el fiscal Marcelo Soza identificó a Pablo Costas, hermano de la autoridad departamental, como el principal financiador del mercenario Eduardo Rózsa, abatido en un operativo policial en abril de 2009.

"El único que debería ir preso es el Vicepresidente porque es el único terrorista comprobado que existe confeso", dijo Costas a los periodistas cruceños la tarde del lunes.
Costas se refirió a la participación de García Linera en el autodenominado Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK), grupo irregular que fines de la década del 80 provocó atentados contra torres eléctricas del occidente y reclutó a campesinos aymaras.

En menos de seis meses, Costas involucra por segunda vez al segundo mandatario con delitos penados con la cárcel. El 6 de julio pasado, el gobernador de Santa Cruz leyó un comunicado en el que vinculó a García Linera con el narcotráfico.
“…Empiece a construir cientos de cárceles con el dinero que le da el narcotráfico, porque las cárceles de todo el país no tendrán cabida para millones de cruceños y bolivianos que se sienten orgullosos de haber sido parte de este verdadero proceso autonómico, que busca verdaderos cambios para el bienestar, el progreso y la verdadera unidad del país”, dijo Costas.

Y, además, señaló que “cuando se le acabe la borrachera de poder”, García Linera tendrá “que responder en el banquillo de los acusados por corrupción, narcotráfico y terrorismo de verdad, es su célebre y funesta persona”.
Tras esas declaraciones, la Vicepresidencia del Estado Plurinacional inició un juicio contra Costas con la acusación de desacato y difamación.

Además, el gobernador opositor defendió a su hermano, Pablo Costas, quien fue involucrado por el fiscal Marcelo Soza en el caso Rósza y denunció que el Ministerio Púb lico pretende involucrarlo en este caso para suspenderlo del cargo de primera autoridad departamental.
"Mi hermano no tiene ninguna causa. Ahí esta y en cada que se demuestre los indicios que puedan existir, está claro que éste es un tema de una persecución política. Esta payasada (terrorismo) lo único que busca es desestabilizarnos", afirmó.

La investigación del caso de terrorismo se inició en abril del año pasado, luego que la Policía desbarató una célula terrorista que tramaba encender una guerra civil en Bolivia, liderada por el húngaro boliviano Eduardo Rózsa, según la argumentación de Soza.
El viernes anterior, el fiscal Soza acusó ayer a 39 personas por la supuesta participación con el grupo irregular dirigido por el fallecido Eduardo Rózsa Flores, y señaló a Pablo Humberto Costas Aguilera de ser el principal implicado con esa organización que operó en Santa Cruz.

Aseguró que Costas fue uno de los financiadores de la célula y que estuvo al tanto del atentado perpetrado contra la residencia del cardenal Julio Terrazas, que debió ser el primero de una cadena de explosiones terroristas en todo el país.
La madrugada del 16 de abril del año pasado, un operativo policial abatió a Rózsa Flores y sus camaradas Micheal Dwyer y Árpád Magyarosi.

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