Evo Morales sufre drástica caída en su popularidad por 'gasolinazo'

Un año después de haber sido reelegido como presidente de Bolivia con 64% de los votos, la popularidad de Evo Morales cayó a un 30% -su nivel más bajo desde que llegó al poder en 2006- tras su decisión de subir los combustibles, una medida que debió revertir debido a violentas protestas.
El gobernante izquierdista -que en enero de 2010 acumulaba el 64% de las preferencias- lanzó sus medidas de ajuste de las gasolinas de hasta un 83% el 25 de diciembre del año pasado, pero tuvo que retirarlas por la presión popular seis días más tarde.

El sondeo, que señala una reprobación a Morales de 67%, fue realizada a 800 personas los primeros días de enero por la encuestadora privada Captura en La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, durante el mayor descontento popular por la medida.

Las protestas más fuertes se produjeron en las ciudades de La Paz, su vecina El Alto y Cochabamba que se saldaron con 15 heridos y 21 detenidos.

"Una encuesta en el momento de la medida no refleja en absoluto la popularidad del presidente", reaccionó este lunes el vocero presidencial, Iván Canelas, quien aseguró que Morales -que continuó realizando el fin de semana giras por áreas rurales del país- "sigue gozando de la misma popularidad".

Al contrario, el politólogo Carlos Cordero, docente de la estatal Universidad de San Andrés, consideró que Evo "perdió apoyo popular en El Alto, que era su bastión electoral, y se debilitó bastante en La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí".

Si con la medida, Morales "pasaba la prueba se quedaba por mucho tiempo, pero ahora hay incertidumbre porque retrocedió".

Una de las primeras manifestaciones de esa incertidumbre es la ausencia de algunos alimentos y la elevación de facto de sus precios, que provoca malestar entre la población, igual que la decisión del transporte urbano de aumentar unilateralmente tarifas.

Las poderosas juntas de vecinos de La Paz y El Alto, mayores bolsones electorales de Evo, anunciaron que tomarán nuevamente las calles si suben las tarifas de transporte.

Fueron ellos los que en la última semana de diciembre salieron a las calles contra el 'gasolinazo', le doblaron el brazo a su líder y le obligaron a dar reversa a su medida.

Frente a ese nuevo panorama, la politóloga Susana Seleme, una firme opositora de Evo, estimó que "las mismísimas masas (que lo eligieron) son las que sacudieron la enervante soberbia de Morales" y que "con las mismas armas que lo auparon al poder, esta vez no lo derrocaron, pero ya saben que pueden hacerlo".

El antropólogo y sacerdote Xavier Albó, profesor universitario y afín a la izquierda, consideró que "el gasolinazo nos hizo pisar tierra" y llamó a concentrar interés "en el rol regulador de los movimientos sociales que son justamente los que han empujado la vuelta a la hoja de ruta inicial".

El gobierno dijo por medio de Canelas que "no toma en cuenta estas encuestas, aunque comunicacionalmente sí, lo anotamos para investigar para ver qué podría estar ocurriendo, sólo para eso. De manera que habrá que esperar qué pasa en el futuro".

Morales intenta convencer a la población de la necesidad de aumentar el precio de las gasolinas para quitar la subvención anual a los carburantes de 380 millones de dólares, de los cuales 150 millones se van de contrabando a países vecinos como Brasil, Perú, Argentina, Chile y Paraguay.

Bolivia tiene un consumo de 35.000 barriles diarios de crudo, y en 2010 sólo ha producido unos 4.500 barriles diarios. El faltante es importado de Venezuela o Argentina, principalmente, y lo vende a precio subvencionado.

Nota : Globovision