Nuevos derrumbes se produjeron ayer al este de la ciudad de La Paz, elevando el número de predios afectados a más de 800 –entre parcelas y casas en nueve barrios en un área de 100 hectáreas– y el de las personas damnificadas de 4 mil a más de 5 mil. El suelo ayer seguía cediendo ante la impotencia, la desesperación y el cansancio de los vecinos y de los rescatistas, que durante toda la jornada acarrearon a hombro los bienes que lograron recuperar entre los escombros y el lodo.
Mientras tanto, en la zona sur de La Paz, en la calle 9 de Obrajes, una casa se derrumbó pasado el mediodía y el muro de otra vivienda aleñada se vino abajo presuntamente por la humedad causada por las últimas lluvias.
Mientras, un edificio contiguo, multifamiliar, está en riesgo de caer, presenta fisuras en las gradas y un muro lateral está a punto de colapsar. Antes esta situación se evacuó a sus habitantes.
El director de Comunicación de la Alcaldía de La Paz, Edwin Herrera, dijo que hasta ayer eran 800 los predios afectados en nueve barrios de La Paz, de los cuales 250 quedaron destruidos y otros 550 están en riesgo.
“El deslizamiento está todavía activo. El mayor movimiento en este momento es en la parte baja de la zona del desastre, ahí se está manifestando con mayor dinamismo”, explicó Herrera.
El presidente Evo Morales estuvo ayer en uno de los campamentos instalado en una escuela llevando cinco toneladas de alimentos, frazadas, colchonetas y material de apoyo.
En un discurso, interrumpido en varias ocasiones por gritos y reclamos de los vecinos, Morales prometió viviendas a las familias afectadas, pero les pidió “que se organicen” para evitar que terceros “se aprovechen”.
No obstante, reconoció que en La Paz, “donde el 60 por ciento de los suelos son inestables”, ya no hay espacios disponibles para la construcción, por lo que ofreció las viviendas en las afueras de la ciudad y en la vecina de El Alto.
Los derrumbes, que comenzaron el sábado en la noche en el barrio Kupini II tras las copiosas lluvias de las últimas semanas, afectaron a una decena de sectores paceños, que fueron declarados en “alerta roja”.
La mayoría de los barrios damnificados son pobres, aunque los daños también han llegado a zonas más pudientes.
En una de las zonas afectadas, un colegio privado y una escuela estatal se desplomaron ayer sin provocar víctimas fatales ni heridos, mientras que la Alcaldía vigila la situación de otros tres barrios cercanos donde se podrían extender los deslizamientos.
Autoridades del Gobierno Nacional, de las alcaldías de La Paz y El Alto y de la Gobernación de La Paz se reunieron ayer por convocatoria del presidente Evo Morales y acordaron una estrategia conjunta para ayudar a los más de 5 mil damnificados por el “megadeslizamiento”.
“Hemos decido que el Gobierno Nacional, departamental y las alcaldías de El Alto y La Paz realizaremos una campaña conjunta de solidaridad”, dijo Morales en conferencia de prensa con los alcaldes Luis Revilla (La Paz) y Edgar Patana (El Alto), además del gobernador César Cocarico y otras autoridades.
Sin embargo, Morales dijo que Bolivia acudirá a sus propios recursos para asistir a las familias afectadas por las constantes lluvias que provocaron inundaciones y deslizamientos en los departamentos de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Beni, Chuquisaca y otros distritos.
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