La mujer fue sentenciada a 10 años de reclusión por narcotráfico. Se sometió a proceso abreviado.
Son marido y mujer. J. M. R. y J. C. G. M. son dos súbditos extranjeros portadores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) recluidos en dos penales de La Paz desde hace más de tres meses. Hace 10 días, ella fue sentenciada a 10 años de reclusión por el delito de narcotráfico. El proceso contra su compañero no ha concluido.
Las reclusas del Centro de Orientación Femenina (COF) confirmaron que está enferma e hicieron una representación legal ante la Dirección General de Régimen Penitenciario para pedir su traslado a un centro especializado. El pedido no ha tenido éxito.
Las reas se quejaron de que la Directora de Salud de Régimen Penitenciario descuida su trabajo, lo que fue desmentido por el director general de esa dependencia, Jorge Sueiro.
La Ley 1008. J. M. R. fue aprehendida junto a su pareja, a principios de año, en el aeropuerto de El Alto con 13,5 kilos de pasta base de cocaína en un neceser.
El pasado 20 de julio, la imputada se acogió al proceso abreviado debido a la infección que padece y recibió sentencia.
Durante la audiencia, su defensa advirtió que el virus ya había socavado las células de su cliente y que requería atención especializada. Ese planteamiento, empero, no fue atendido, según consta en el cuaderno del proceso.
Por otro lado, se evidenció que la mujer no tiene buen comportamiento en el penal, donde ataca a los visitantes, aspecto que también se torna peligroso.
RECLAMOS A LA CORTE. Israel Quino, responsable de Comunicación de la Corte de Justicia de La Paz, sostuvo que las internas del COF expresaron su preocupación a las autoridades judiciales durante las visitas mensuales que realizan a la penitenciaría. “Continúan los reclamos en salud, pero es otra instancia la que se encarga de valorar este tema. Ya son dos las personas que tienen el VIH-Sida”.
EL Control. Sueiro aseguró que no tiene conocimiento de transmisión del mal a otras reas y que la portadora del virus es controlada por la Directora de Salud de su despacho. “Hay convenios con centros de salud para tratar a pacientes con VIH y tuberculosis. No tenemos casos de transmisión de sida”.
Otra deficiencia del despacho a su cargo, por limitación presupuestaria, dijo Sueiro, es la atención de salud a los internos de todo el país, por lo que busca obtener convenios con países amigos y organismos internacionales que permitan subsanar el problema.
Las reclusas del Centro de Orientación Femenina (COF) confirmaron que está enferma e hicieron una representación legal ante la Dirección General de Régimen Penitenciario para pedir su traslado a un centro especializado. El pedido no ha tenido éxito.
Las reas se quejaron de que la Directora de Salud de Régimen Penitenciario descuida su trabajo, lo que fue desmentido por el director general de esa dependencia, Jorge Sueiro.
La Ley 1008. J. M. R. fue aprehendida junto a su pareja, a principios de año, en el aeropuerto de El Alto con 13,5 kilos de pasta base de cocaína en un neceser.
El pasado 20 de julio, la imputada se acogió al proceso abreviado debido a la infección que padece y recibió sentencia.
Durante la audiencia, su defensa advirtió que el virus ya había socavado las células de su cliente y que requería atención especializada. Ese planteamiento, empero, no fue atendido, según consta en el cuaderno del proceso.
Por otro lado, se evidenció que la mujer no tiene buen comportamiento en el penal, donde ataca a los visitantes, aspecto que también se torna peligroso.
RECLAMOS A LA CORTE. Israel Quino, responsable de Comunicación de la Corte de Justicia de La Paz, sostuvo que las internas del COF expresaron su preocupación a las autoridades judiciales durante las visitas mensuales que realizan a la penitenciaría. “Continúan los reclamos en salud, pero es otra instancia la que se encarga de valorar este tema. Ya son dos las personas que tienen el VIH-Sida”.
EL Control. Sueiro aseguró que no tiene conocimiento de transmisión del mal a otras reas y que la portadora del virus es controlada por la Directora de Salud de su despacho. “Hay convenios con centros de salud para tratar a pacientes con VIH y tuberculosis. No tenemos casos de transmisión de sida”.
Otra deficiencia del despacho a su cargo, por limitación presupuestaria, dijo Sueiro, es la atención de salud a los internos de todo el país, por lo que busca obtener convenios con países amigos y organismos internacionales que permitan subsanar el problema.
La norma jurídica prevé que la sentencia para portadores de VIH sida sea revisada por un juez de ejecución penal, siempre y cuando se demuestre que el mal llegó a su fase terminal.
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