Oppenheimer: sólo la educación sacará a América Latina de la pobreza


2011-05-02 - 19:02:58

Si bien todos saben que la educación es la base para el crecimiento personal, pocos saben o se hacen los que no saben, que la educación es la base para el crecimiento de un país o de una región.

Esa es la visión que tienen países asiáticos que ahora compiten en los primeros lugares con trabajos de investigación, tienen las mejores universidades y economías fuertes porque están mirando principalmente al futuro.

Más o menos esa fue la introducción que dio el periodista y abogado argentino Andrés Oppenheimer, en la presentación de su libro "Basta ya de historias" realizada en el Hotel Los Tajibos a invitación del Instituto Latinoamericano del Conocimiento presidido por el periodista Julio César Caballero y que congregó, a más de 450 personas en su segundo día de presentación, ya que un día antes habló ante más de 1500 jóvenes universitarios, maestros y muchos padres de familia en auditorio de la Universidad Domingo Savio.

Oppenheimer puso en el tapete a los gobiernos de América Latina, los que, a diferencia de los asiáticos, miran más hacia el pasado antes que al futuro y encasillan a sus países a vivir en la pobreza y en la falta de conocimiento.

Enfatizó en algunos gobiernos de América Latina y citó específicamente a Argentina, Bolivia, Ecuador, México y Venezuela como los países que viven obsesionados con el pasado. Sobre este último país dijo en tono de broma que cuando el presidente Hugo Chávez desenterró los restos del libertador Simón Bolívar para una investigación sobre un posible asesinato, la broma que circuló era que "Chávez no le mostró a Venezuela los restos de Bolívar, sino que le mostró a Bolívar los restos de Venezuela''.

De nuestra propia cosecha, podemos decir que las autoridades bolivianas hablan sobre el sexo de las piedras y que el futuro del país se ve en coca antes que en la educación y que más importante es invertir en regalos para los alumnos antes que en tener maestros mejor pagados.

Oppenheimer dice que en vez de invertir tanto tiempo debatiendo sobre dónde deberían descansar sus próceres, los presidentes latinoamericanos deberían dedicar más tiempo a debatir por qué los jóvenes de sus países están en los últimos lugares de los exámenes anuales internacionales PISA de matemáticas, ciencias y tecnología.

También cuestiona por qué no hay ninguna universidad latinoamericana entre las 100 mejores del mundo del ranking del Suplemento de Educación Superior del Times de Londres; o por qué apenas el 2 por ciento de toda la inversión mundial en investigación y desarrollo va a Latinoamérica.

Una carta de presentación de desarrollo, dice Oppenheimer, es ver también cuántas patentes registra un país y destaca que la pequeña nación asiática de Corea del Sur registra 80,000 patentes anualmente en el resto del mundo, mientras que todos los países latinoamericanos juntos tienen menos de 1,200.

Es hora de que Latinoamérica mire menos hacia atrás, y más hacia adelante. Y que sus presidentes cuenten menos historias, y se dediquen más a mejorar la calidad de la educación, la ciencia y la tecnología, resume en esta parte de su exposición.

SALIR DE LA POBREZA

Andrés Oppenheimer destaca que la educación es la única forma de salir de la mediocridad económica e intelectual. Enfatiza en que es el momento en que las autoridades de gobierno se quiten esa obsesión que tienen por el pasado y piensen más en el futuro invirtiendo en educación, ciencia y tecnología. Es la única forma de salir de la pobreza. Tenemos que ser paranoicos y pensar que nos estamos quedando atrás en materia educativa, acotó.

Sin embargo, dice que esta es una tarea difícil, ya que los políticos nunca piensan en proyectos que no les reditúen votos en un plazo de 4 ó 5 años, dependiendo del período de gobierno antes de elecciones, puesto que los proyectos educativos son a 15 años plazo. Por ello, apela a los empresarios a invertir en educación, tema que desarrolla ampliamente más adelante.

Los países asiáticos que han crecido en educación y que son primeros en desarrollo económico, no son exitistas y por el contrario dicen que están mal y que esperan mejorar para obtener mejores resultados. Ese debe ser el pensamiento del latinoamericano que, por el contrario, vive del pasado y que por causa de esa miopía están últimos en educación en todos los test que se realizan en el mundo, lamentó.

Oppenhaimer enfatiza en que los presidentes latinoamericanos deberían dedicar más tiempo a debatir por qué sus jóvenes están entre los últimos lugares en los exámenes anuales internacionales PISA de matemáticas, ciencias y lenguaje; o por qué no hay ninguna universidad latinoamericana entre las 100 mejores del mundo del ranking del Suplemento de Educación Superior del Times de Londres; o por qué apenas el 2 por ciento de toda la inversión mundial en investigación y desarrollo va a Latinoamérica. Bolivia no participa en estos ránking. En Argentina le dijeron que esos estudios no responden a la realidad.

PRODUCTO EDUCATIVO BRUTO

Abogado y periodista, editor para América Latina y columnista de The Miami Herald, Andrés Oppenheimer dice que ha llegado el momento de crear un PIB educativo, (Producto Educativo Bruto) y ponerlo en el mismo rango que el PIB.

Para ello, da tres razones que los gobiernos, los empresarios y la gente deben seguir:

1.- Vivimos en la era del conocimiento. Los países más ricos del mundo no son los que más recursos naturales tienen, sino, los que más recursos en ciencia y tecnología invierten. Singapur no tiene ni agua (la compran), sin embargo su PIB es uno de los más altos del mundo.

2.- Nada tiene que ver con lo político. China comunista es un ejemplo que destina sus mayores esfuerzos en mejorar su calidad educativa, lo que muchos países democráticos no pueden decir. Recomienda que no se debe olvidar que la torta de los mercados se achicó con la crisis por lo que se hace necesario invertir en productos con valor agregado.

3.- La pobreza. Políticos, economistas y periodistas ven que la situación es muy grave y que el crecimiento económico no llega a las grandes mayorías. El crecimiento económico no reduce la pobreza ni la desigualdad. China bajó su pobreza del 84% al 12. América latina del 12 al 8, casi nada. La educación es la clave para reducir la desigualdad.

Dice también que los países latinoamericanos deben:

-tener paranoia educativa y participar en los test internacionales del conocimiento.
-romper el aislamiento educativo.
-tener maestros en todos los niveles educativos de alto nivel profesional

Pone como ejemplos de nuestra pobreza educativa que los países desarrolados tienen:

-las vacaciones escolares más costas de todo el mundo (AL las más largas)
-Maestros con notas de estudio 10% más altas de su graduación secundaria (Corea del Sur 5% más alta del mundo)
-maestros de jardín de infantes con grados de licenciatura y maestrías
-maestros bien pagados y altamente competitivos

Qué se debe buscar

-ver lo que hacen otros cuando lo hacen bien.
-entender que la disyuntiva entre educación pública y privada es falsa
-reducir en términos relativos los presupuestos de educación superior para concentrarlos en preescolar y primaria, pero no castigando a las universidades
-darle mayor estatus social a los maestros, que incluye un buen salario.

LOS EMPRESARIOS Y LA FAMILIA TIENEN LA LLAVE DEL ÉXITO

Andrés Oppenheimer dice que los empresarios privados y las familias son los que tienen la llave del éxito en materia educativa, ya que son los que más tienen que invertir en la formación de profesionales en ciencia y tecnología.

Pone como ejemplo a Brasil, país que, dice, tiene buenas universidades, empresas de alta tecnología, buenos científicos, pero su educación básica y secundaria es floja.

Por ello, es que los empresarios de este país vieron hace unos 3 años que teniendo tales ventajas, pero descuidando la educación básica y secundaria en pocos años los avances irían en retroceso y asumieron como responsabilidad apoyar al sistema.

Lo hicieron con fuertes inversiones a través de fundaciones que han comenzado a trabajar en intensas campañas para convertir a la educación en centro de atención del poder político y destacar que sólo con educación se lograría mejorar la calidad de vida. La presión social logró captar la atención del gobierno y del poder político. Fue así que en dos años la educación pasó del octavo lugar en importancia de las preocupaciones del Estado al segundo lugar. Hoy la educación en Brasil es política de Estado.

Los padres de familia también tienen una fuerte participación en el tema educativo, ya que gran parte de sus gastos están centrados en qué van a comprar para la casa. El auto, el último televisor, la última computadora. La inversión en educación es mínima.

Si se invirtiera esta fórmula como en China, la educación tendría la mayor inversión familiar y los resultados serían tener profesionales en todos los hogares.

Crear un Producto Bruto Educativo, paralelo al Producto Interno Bruto de cada país, debería ser la meta de todo gobernante, político, empresario y la comunidad en su conjunto, concluye Oppenheimer, quien dejó con sabor a poco una charla de casi 4 horas que, sin duda, se constituye una voz de alerta para todos, gobernantes y gobernados.

Nota: Hoy Bolivia

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