El presidente de la Cámara de Diputados, Héctor Arce, da cuenta de la importancia histórica del Palacio Legislativo, no sólo por ser un símbolo de la era republicana del país, sino por haberse convertido en un patrimonio arquitectónico de la ciudad.
Sin embargo, ahora se proyecta la construcción de una nueva y moderna infraestructura hasta 2014. Se dejará de sesionar en el actual edificio legislativo y será usado para algunos actos especiales.
Para este objetivo, el Órgano Legislativo ha logrado ahorrar cuatro millones de dólares.
¿Qué se proyecta hacer con el actual edificio legislativo?
El edificio que ha servido por más de un siglo se lo va mantener, pero ya no como una oficina de trabajo; nuestra idea es construir aledañamente en la parte de atrás un edificio muy moderno, un edificio que albergue los dos hemiciclos.
Uno central, por su puesto, que reuna ambas cámaras y que será donde en el futuro se llevarán a cabo los grandes hechos políticos como fue en el pasado y un hemiciclo más pequeño para los 36 senadores, que ahora son 4 por departamento.
Serán oficinas modernas, instalaciones modernas, y vamos a construir ese edificio exclusivamente con ahorros, con el dinero que no se ha gastado.
¿Cuál es el presupuesto con el que se cuenta para la labor?
Hemos mantenido el presupuesto anterior y hemos ahorrado. Se ha logrado ahorrar cuatro millones de dólares, es decir 28 millones de bolivianos, dinero que es para este proyecto.
Se construirá un edifico con un tono participativo; se ha lanzado un concurso público en el que participarán todos los sectores; la edificación será el símbolo del nuevo Estado plurinacional, del Estado inclusivo y del Estado participativo, cuyas características reflejarán el nuevo concepto y la nueva lógica del proceso político.
¿Qué uso se le dará al actual edificio?
Este edificio, denominado Constitución (desde que fue construido en 1900), será restaurado para algunos eventos especiales y se lo mantendrá porque es un símbolo del Estado Republicano, es parte de nuestra historia.
Como ocurre en otros países, este edificio se preservará para actos especiales sobre casi toda la manzana que está frente a la Plaza Murillo, sin que al Estado le cueste un centavo.
¿Para cuándo se estima tener el nuevo proyecto arquitectónico?
El nuevo edificio, de acuerdo a los programas, debería ser entregado en 2014, antes de la renovación del próximo periodo constitucional que debe ser en enero de 2015.
Vamos a cumplir. Estamos en los plazos correspondientes y generando mayores ahorros; se harán oficinas para darle el peso y valor que tiene.
¿Se realizarán expropiaciones para hacer el proyecto?
Hacia futuro se expropiará toda la manzana, pero de entrada para el edificio anexo (el nuevo proyecto) se van a compra o expropiar dos predios, uno pertenece a la Federación del magisterio y el otro es un inmueble particular; ya estamos en tratativas para ese objetivo.
Posteriormente, a futuro, hay la idea de expropiar toda una fila de edificios que están sobre la calle Ballivián.
¿De cuándo data la construcción del edificio actual?
El presidente José Manuel Pando, en una lógica de funcionamiento para mejorar el Parlamento, decide la construcción de este edificio en 1900, en los terrenos de la antigua capilla de Loreto, un centro religioso que funcionó desde antes de la fundación de la República.
Se construyó un edificio moderno en la visión de los liberales que decidieron la construcción de un Estado moderno y competitivo. Este edificio fue terminado de construir el año 1905 con estas mismas características que tiene hasta ahora.
¿Cuál es la principal característica de este inmueble?
Es un edifico que tiene un sistema bi camaral, como ordenaba la Constitución Política del Estado de 1880; tiene un hemiciclo central de Diputados y uno más pequeño de Senadores que se mantiene exactamente como está en la actualidad.
El hemiciclo de los Diputados fue un referente de toda la vida política futura nacional que se tuvo; los presidentes, a partir de 1920 empezaron a jurar en el hemiciclo de la Cámara de Diputados y más adelante ya se oficializó la actividad del 6 de agosto. Algunos años hubo informes presidenciales y otros estuvieron marcados por la participación de presidentes entrantes y salientes. El poder parlamentario tuvo importantes afianzamientos.
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