a un flojo Galatasaray (2-1), en un ambiente poco efusivo para el masivo apoyo que se esperaba en torno a la figura del técnico José Mourinho.
Tocaba plebiscito sobre Mourinho en el Santiago Bernabéu. Se esperaba un baño de masas. Numerosas pancartas lo anunciaban. "Mou, tu dedo nos señala el camino", rezaba la de mayor dimensión. Pero la realidad fue bien distinta y tras ser más ovacionado que los cinco fichajes en la presentación, sólo cánticos de un fondo recordaron la figura del técnico portugués.
El madridismo está con él pero mucha parte está hastiada de polémicas. Quiere fútbol. Y a eso fue al Trofeo Bernabéu. Para encontrar detalles de calidad pero un juego sin continuidad. Quiso dar minutos Mourinho a todos sus jugadores. Mostrar de inicio a los tres nuevos que podían jugar -Sahin y Altintop no lo hicieron por lesión.
Y de inicio se vio a Varane, aún con mucho por crecer para superar en la lucha de tercer central a Raúl Albiol. A Coentrao que es un lateral brillante pero alejado de esa posición se pierde entre carreras. Y a José Callejón, el que más engancha con el público por su lucha, presión y continuos desmarques.
El jugador del primer acto fue Kaká. El brasileño está con ganas de demostrar que aún queda algo del jugador que fue. Se dejó todo para brillar y firmó acciones de calidad enganchando con Ángel Di María. Sin embargo, fue el Galatasaray el que golpeó primero.
De la mano de Fatih Terim, ex seleccionador de Turquía, se reconstruye un equipo que vio como su último fichaje, Eboue, rompió a Sergio Ramos y asistió a Selçuk Inan que fusiló a placer a Adán. No mostró más un equipo que se limitó a intentar mantener orden defensivo.
Faltaba la intensidad de competición al Real Madrid pero encontró el premio en acción de estrategia. Tras el primer intento de Di María, que no encontró puerta, fue Sergio Ramos el que, libre de marca, dejó un testarazo impecable a la escuadra de Muslera.
0 Comentarios