Lo de anoche frente a Panamá fue vergonzoso, de bronca para los hinchas y de desazón para los jugadores. Van nueve partidos y la Bolivia que hoy dirige Gustavo Quinteros, no gana, sigue sumida en un pozo y lo peor es que a la vista, ni siquiera se vislumbra una esperanza de mejoría.
¿Esta es la selección que va a enfrentarse al campeón de América Uruguay en octubre? El 1-3 que le endosó Panamá en el Tahuichi caló hondo en los pocos aficionados, a tal punto que acabaron insultando a Quinteros que ya comienza a perder crédito.
Tras un primer tiempo en el que se dio el lujo de marcar un gol de vestuario, de fallar un mano a mano y encima de desechar un tiro penal, vino un complemento lleno de dudas; porque apenas Panamá apretó en el medio, aparecieron los fantasmas, las carencias de fútbol.
Juan Carlos Arce puso en ventaja a Bolivia a los 6’ con remate a ras de piso que desvió Argandona y después llegaron jugadas frenéticas que bien pudieron haber ampliado el marcador. Aquella del mismo Arce a los 8’ que sacó de la línea Argandona, ese mano a mano que desechó solo Rudy Cardozo a los 27’ y luego el tiro penal que falló el ‘Conejo’ a los 33’.
Pero lo que pasó en el complemento fue un fiasco. Cristhian Vargas apenas aguantó a Tejada por derecha, Jaime Robles y Joselito Vaca cayeron en un mar de imprecisiones, y encima, Alcides Peña vio la roja a los 55’ junto a Argandoña por agresión mutua.
El fútbol rápido desapareció, Arce acabó perdido entre los zagueros y la pelota comenzó a ser manejada por Panamá, que sin presión en la mitad de la cancha y aprovechando las desatenciones de Raldes y Gutiérrez, que también se contagiaron del resto, llegó al empate a través de Luis Tejada a los 67’.
El empate trajo nervios y con los nervios llegaron las imprecisiones. En el momento menos pensado, el árbitro cobró un penal por falta de Gutiérrez a Aníbal Godoy y el mismo Tejada (76’) se encargó de volcar el marcador. Eso sí, por reclamo airado se tuvo que ir Raldes, el capitán. Ya todo era oscuro a partir de ahí y Quinteros lo sabía, pues se limitó a dar un par de indicaciones y a mirar de vez en cuando su reloj.
Para cerrar la noche, Armando Cooper (91’) puso el 1-3 con zapatazo al ángulo y no hubo más nada que hacer. A cada pase mal errado bajaba una silbatina y cuando el juego acabó, vino la rechifla general. Por cierto, cargada de bronca.
QUINTEROS PIERDE CRÉDITO
Se mantuvo parado, a unos metros de su casamata esperando impaciente el final. Cuando llegó, Quinteros emprendió rumbo a vestuarios, en medio de insultos (“sos un bur..”) y rechiflas. Está claro que el crédito que la gente le dio, comienza a perderse.
“Toda la culpa es mía, soy el principal responsable de todo por haber aceptado jugar un partido con pocos días de trabajo y después de que se jugaran los clásicos”. El técnico decidió asumir un flagelo, aunque de paso, dejó en claro que no era el único responsable.
¿Esta es la selección que va a enfrentarse al campeón de América Uruguay en octubre? El 1-3 que le endosó Panamá en el Tahuichi caló hondo en los pocos aficionados, a tal punto que acabaron insultando a Quinteros que ya comienza a perder crédito.
Tras un primer tiempo en el que se dio el lujo de marcar un gol de vestuario, de fallar un mano a mano y encima de desechar un tiro penal, vino un complemento lleno de dudas; porque apenas Panamá apretó en el medio, aparecieron los fantasmas, las carencias de fútbol.
Juan Carlos Arce puso en ventaja a Bolivia a los 6’ con remate a ras de piso que desvió Argandona y después llegaron jugadas frenéticas que bien pudieron haber ampliado el marcador. Aquella del mismo Arce a los 8’ que sacó de la línea Argandona, ese mano a mano que desechó solo Rudy Cardozo a los 27’ y luego el tiro penal que falló el ‘Conejo’ a los 33’.
Pero lo que pasó en el complemento fue un fiasco. Cristhian Vargas apenas aguantó a Tejada por derecha, Jaime Robles y Joselito Vaca cayeron en un mar de imprecisiones, y encima, Alcides Peña vio la roja a los 55’ junto a Argandoña por agresión mutua.
El fútbol rápido desapareció, Arce acabó perdido entre los zagueros y la pelota comenzó a ser manejada por Panamá, que sin presión en la mitad de la cancha y aprovechando las desatenciones de Raldes y Gutiérrez, que también se contagiaron del resto, llegó al empate a través de Luis Tejada a los 67’.
El empate trajo nervios y con los nervios llegaron las imprecisiones. En el momento menos pensado, el árbitro cobró un penal por falta de Gutiérrez a Aníbal Godoy y el mismo Tejada (76’) se encargó de volcar el marcador. Eso sí, por reclamo airado se tuvo que ir Raldes, el capitán. Ya todo era oscuro a partir de ahí y Quinteros lo sabía, pues se limitó a dar un par de indicaciones y a mirar de vez en cuando su reloj.
Para cerrar la noche, Armando Cooper (91’) puso el 1-3 con zapatazo al ángulo y no hubo más nada que hacer. A cada pase mal errado bajaba una silbatina y cuando el juego acabó, vino la rechifla general. Por cierto, cargada de bronca.
QUINTEROS PIERDE CRÉDITO
Se mantuvo parado, a unos metros de su casamata esperando impaciente el final. Cuando llegó, Quinteros emprendió rumbo a vestuarios, en medio de insultos (“sos un bur..”) y rechiflas. Está claro que el crédito que la gente le dio, comienza a perderse.
“Toda la culpa es mía, soy el principal responsable de todo por haber aceptado jugar un partido con pocos días de trabajo y después de que se jugaran los clásicos”. El técnico decidió asumir un flagelo, aunque de paso, dejó en claro que no era el único responsable.
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