No es ninguna novedad señalar que se mantiene una millonaria evasión impositiva en un gigante comercio informal, pero que opera con enormes capitales y que –como para disimular– tributa en un absurdo "régimen simplificado" que evidentemente simplifica la obligación de comerciantes que tendrán que estar necesariamente incluidos en el régimen de los grandes contribuyentes.
Tampoco hay exageración al señalar que hay un sector de industria y comercio legalmente constituido que tributa sagradamente y que si no lo hace paga las consecuencias con multas e intereses y tiempo perentorio, mientras que los grandes evasores pagan un mínimo impuesto al Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) y contribuyen con un denominado "sentaje" al municipio y no tiene mayores obligaciones.
El comercio legalmente registrado pasa por una serie de problemas debiendo responder a obligaciones fijas como alquileres, salarios, luz, teléfono y por supuesto los impuestos. Si por alguna causa omite la facturación en cierta transacción está en manos del SIN y lo primero que se le viene encima es la clausura del negocio por determinado tiempo y el pago de una sanción. ¿Cuánto fue el monto evadido? Generalmente mínimos porcentajes por ventas menores en negocios tales como farmacias, bazares, alguna salteñería o cierta librería, mientras en el entorno de las ferias de mercados, dos veces por semana se vende productos de alto costo y sin pagar ni siquiera un bajo impuesto.
Esas son las incongruencias de un sistema impositivo que está mejorando en el control que ejerce con los pocos contribuyentes legales en relación a la vista gorda que hace con los muchos comerciantes que manejan fuertes capitales y contribuyen con mínimos impuestos y no son sujetos de sanciones, tampoco de clausuras por no emitir notas fiscales.
A propósito de notas fiscales, hay otras incongruencias que tienen relación con la omisión de entregar facturas, en algunos casos involuntariamente y en otros por rechazo directo del comprador cuando sabe que tal nota fiscal no le sirve absolutamente para nada, menos para disminuir sus impuestos como sucede en otros países con sistemas tributarios equitativos que engloban a todos con iguales beneficios y oportunidades favorables de retribución por la exigencia de acumular facturas, además de percibir con claridad meridiana el buen uso de sus impuestos en obras sociales para la comunidad, más sucede en nuestro medio que sólo algunas notas fiscales sirven para tener beneficios conexos, la mayoría no; entonces ¿para qué y por qué se exigiría una factura que sólo tiene valor referencial y no otro?
Hay cosas que en el sistema tributario tienen que cambiar, debe modernizarse pero en el sentido de "universalizar" el pago de impuestos, en relación real, efectiva y comprobada sobre capitales en giro y utilidades percibidas, de manera que nadie eluda su contribución y pague lo que realmente le corresponda, beneficiándose además de las ventajas que representa exigir factura para restarla porcentualmente en la obligación mensual. Lo contrario es cargar a los contribuyentes legales la evasión millonaria de los ilegales y esta no es la mejor forma de recaudar impuestos
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