Llega a Bolivia madre de irlandés muerto en operación policial antiterrorista

La madre del irlandés Michael Martin Dwyer, que murió en 2009 en Bolivia en una operación policial para desbaratar al supuesto grupo terrorista al que el hombre pertenecía, llegó a la ciudad de Santa Cruz (este) en busca de explicaciones sobre el deceso de su hijo.

Caroline Dwyer asistió hoy a una audiencia dentro del proceso que 39 personas enfrentan desde hace cinco años, entre ellos el húngaro Elöd Tóásó y el boliviano-croata Mario Tadic, por un supuesto complot contra el presidente Evo Morales y un presunto intento de dividir territorialmente Bolivia.

La mujer, que llegó al país acompañada por representantes diplomáticos irlandeses y periodistas de su país, dialogó con Tóásó y Tadic en el juzgado cruceño, pero no quiso hacer declaraciones a los medios bolivianos.

Según la prensa local, la madre de Dwyer pidió audiencia con algunas autoridades bolivianas para que le expliquen las condiciones en que se realizó la operación policial en que murió su hijo.

Tadic dijo este lunes a los medios que la mujer está "preocupada" por lo sucedido y que "lo peor de todo es que no se le puede dar una explicación, una razón lógica para lo que pasó".

El llamado "caso terrorismo" estalló el 16 de abril de 2009, cuando un comando policial realizó un operativo en un hotel de Santa Cruz para desbaratar a una supuesta célula terrorista que quería atentar contra el presidente Morales con fines secesionistas.

En la operación murieron Dwyer, el boliviano-húngaro-croata Eduardo Rózsa y el rumano Árpád Magyarosi, mientras que Tóásó y Tadic fueron detenidos y encarcelados.

Hace un año, Tóásó afirmó en su declaración ante el juez que Dwyer también sobrevivió el operativo, pero que fue ejecutado después por la Policía en el aeropuerto de Santa Cruz.

Esa versión fue negada por las autoridades bolivianas, que sostienen que el irlandés murió durante el operativo policial.

Las audiencias del juicio se han celebrado en cinco ciudades y el proceso ha atravesado numerosos problemas, incluida la renuncia del principal fiscal acusador, Marcelo Soza, en medio de denuncias de un supuesto vínculo de éste con un grupo de abogados del Gobierno, detenidos por corrupción.

Soza huyó a Brasil en marzo pasado, donde tiene un permiso provisional para residir y trabajar, hasta que el Consejo Nacional del Refugiado (CONARE), que depende del Ministerio de Justicia brasileño, tome una decisión definitiva en relación al refugio.

El Ejecutivo boliviano también ha criticado la lentitud con que el juicio se desarrolla porque asegura que sí hubo un plan de sedición y de magnicidio en 2008 y 2009, apuntalado por los extranjeros y financiado por líderes autonomistas cruceños.

Los 39 acusados en este caso rechazan tales denuncias y sostienen que toda la trama fue un montaje del Gobierno para perseguir a opositores. 

Fuente : Opinion

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