Un bloqueo realizado por activistas ecologistas en Perú, que demandan a su Gobierno la reversión de las licencias de operación en la frontera andina con Bolivia, mantenía detenidos al menos de 200 vehículos de carga bolivianos, confirmaron ayer fuentes municipales.
El punto más crítico se encuentra en entre las poblaciones de Kasani y Desaguadero, en línea fronteriza boliviano peruana, donde se encuentran parados al menos 250 camiones bolivianos.
Del otro lado del límite binacional, una similar cantidad de coches peruanos esperan desde la semana pasada la liberación de la ruta.
Según reportes oficiales, turistas nacionales y extranjeros optan por embarcarse en lanchas y recorrer el Lago Titicaca desde la localidad peruana de Chucuito - Juli, para continuar su viaje a la población de Copacabana en Bolivia.
Perjuicio
Perjuicio
El bloqueo indefinido, que llevan adelante las poblaciones del sur peruano, entre Desaguadero y Pomata, ha provocado la paralización del comercio exterior boliviano que utiliza el puerto de Ilo para el envío de su producción a países de ultramar.
Una visita realizada el fin de semana por La Prensa a la población fronteriza de Desaguadero, se constató que alrededor de 250 camiones de alto tonelaje que transportan cargas de aceite vegetal, soya, quinua, aceite crudo y concentrados de soya y girasol, se encuentran detenidos desde hace una semana.
El puente principal que une a los dos países y que es un tramo principal para que los comerciantes bolivianos y peruanos lleven su mercadería se encuentra totalmente cerrado.
Los pobladores del sur peruano construyeron una especie de barricada con alambre de púas, palos, latas, piedras, llantas y otros objetos.
El objetivo de que nadie ni nada atraviese el paso fronterizo se cumple por completo. Los peruanos exigen la cancelación de un proyecto minero en esa región.
“Desde el jueves, los manifestantes han cerrado el acceso a Perú, y ahora no puedo ingresar, es un perjuicio para nosotros”, señaló una ciudadana peruana.
Desaguadero está paralizado
La medida de presión perjudica a los comerciantes y pobladores bolivianos. La acción trajo consigo el cierre de almacenes y la paralización del comercio local.
El vicepresidente de la junta de vecinos de Desaguadero, Carmelo Serna, informó a La Prensa que, por esta razón, no se llevó adelante la feria que tradicionalmente se lleva a cabo el viernes de cada semana.
“Por estos problemas, nuestros negocios se han paralizado, porque la gran mayoría de clientes viene de ese lado”, indicó.
Después de siete días de bloqueo, los alimentos escasean y los precios se han incrementado hasta casi duplicarse.
Un plato de sopa cuesta entre 15 y 20 bolivianos y un enlatado de atún se vende en 15 soles, que equivalen a 30 bolivianos, protestó el transportista peruano Claudio Chaparro.
De acuerdo con la edición electrónica del diario Los Andes, de Puno, la protesta en contra de las concesiones mineras alcanzará hoy su octavo, por lo que el distrito de Desaguadero afronta el desabastecido de productos de primera necesidad.
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