Ese fue el resultado de un estudio y análisis efectuado en un laboratorio de Santa Cruz sobre muestras extraídas de los alumnos que en esa ocasión sufrieron malestar, que inicialmente fue diagnosticado como intoxicación por consumo de lácteos.
La información la dió a conocer la nutricionista del gobierno municipal, Kathia Ponce, coincidentemente, cuando otros 20 niños de la Unidad Educativa San Maximiliano Kolbe, sufrieron otro cuadro de posible intoxicación justamente después de haber consumido el alimento suplementario consistente en una bolsita de pilfrut o yogur y galletas distribuidas por las empresas PIL y Fagal.
Además de los resultados de laboratorio, la nutricionista presentó la evaluación final del comité interinstitucional que investigó el hecho. Sin embargo no se habló absolutamente nada sobre algún análisis que se hubiera practicado a los productos que son entregados a los estudiantes como alimento suplementario.
Según la información, en los estudios realizados, no se han encontrado elementos tóxicos en el organismo de los niños afectados, al contrario, afirman que presentaban rangos normales, no existiendo ningún porcentaje de toxicidad en la sangre.
Con estos resultados, prácticamente certificaron que la indigestión no fue por la mala calidad de la alimentación complementaria, o por mal estado en el momento de su distribución, sino más bien por un cierto grado de anemia que presentaban los estudiantes.
Según las expresiones de la nutricionista, la indigestión de los alumnos fue ocasionada por varios factores, primero que los niños no estaban en buenas condiciones de salud, además de la exposición al sol en la materia de educación física.
Inclusive dijo que los niños no habían consumido ningún alimento la noche anterior y por lo tanto el organismo no tenía la suficiente fortaleza, lo que derivó en la presentación de los síntomas de desmayo y dolores de cabeza. Todo, menos la ingestión del desayuno escolar.
La nutricionista del gobierno municipal sostuvo que seguirán investigando, pero los análisis realizados, ya dieron una pauta de lo que realmente sucedió y que buscarán más elementos para encontrar otras fuentes de contaminación que afectaron a los alumnos.
Este martes, una veintena de alumnos de la unidad educativa San Maximiliano Kolbe, presentaron vómitos, dolor de cabeza y de abdomen y todos afirmaron que sufrieron estos síntomas después de ingerir el alimento suplementario. Nueve fueron atendidos en el Centro de Salud del distrito número 2 y el diagnóstico médico fue Intoxicación alimentaria.
Nota : Montero Noticias
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