La Cámara Nacional de Industrias detalló diez puntos que dificultan el incremento salarial del 10% demandando por los trabajadores. Advierten desigualdad de trato hacia el sector privado del país
La Cámara Nacional de Industrias (CNI) expuso las razones que hacen inviable un incremento salarial en esta gestión. Ante las dificultades, propuso la necesidad de establecer un diálogo tripartito para aumentar la producción y el desarrollo industrial, la necesidad de acciones y políticas que profundicen la sustitución de las importaciones y la aplicación de medidas urgentes para profundizar la lucha al contrabando.
Sin embargo, cabe recalcar que desde la Central Obrera Boliviana (COB), que demanda un incremento salarial del 10%, desestimaron la posibilidad de instalar un diálogo tripartito, mientras que el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas no se ha pronunciado sobre la preocupación del sector privado.
La presidenta de la Cámara Departamental de Industriales de La Paz, Cynthia Camacho, el vicepresidente de la CNI, Gonzalo Morales y el Gerente General de la entidad, José Luis Zavala, expusieron los argumentos.
“En este momento, el país necesita acciones para construir y no destruir la producción de lo Hecho en Bolivia”, advirtieron.
Los argumentos
La actividad económica de 2022 aún no alcanza al nivel de los años de la pre-pandemia. El Producto Interno Bruto registrado en 2022 sumó Bs 49.108 millones, cifra que es inferior a los Bs 49.257 de 2019. Esta situación responde a factores internos y externos que afectaron el desempeño de la producción nacional. La crisis de suministros de China, la guerra de Rusia y Ucrania, el bloqueo de tres meses en la frontera con el Perú y los permanentes bloqueos y paros en la frontera con Chile, afectaron la normal actividad para el suministro de bienes e insumos para la producción de las industrias. Entre los factores internos figuran la escasez de divisas, las sequías e inundaciones, las restricciones a las importaciones y el impacto adverso de la gripe aviar.
En los últimos 17 años el incremento salarial creció dos veces más que la inflación. Entre 2005 y 2022 el crecimiento de la inflación fue de 81% mientras que, en el mismo período, el Salario Mínimo Nacional creció en 176%.
Sólo uno de cada 10 trabajadores se beneficia del incremento salarial. Las cifras del Inesad (Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo) muestran que a 2020, el 86,2% de la fuerza laboral está en el sector informal
Impulsa la compra de productos del contrabando y destruye la producción nacional: “Hecho en Bolivia”. Desde 1999 el contrabando llegó a cifras millonarias en detrimento de la producción nacional.
Crecimiento
En 2005 el Salario Mínimo Nacional fue de Bs 440 y en 2022 subió a Bs 2.250, es decir, un crecimiento del 411%
Bolivia paga uno de los Salarios Mínimos más altos
Bolivia paga el Salario Mínimo Nacional más alto que países como Brasil, Paraguay, Perú, Colombia y Argentina entre otros, pero produce menos que las 10 naciones del Conosur. En el ranking del salario mínimo nacional más alto de la región, Bolivia ocupa el cuarto lugar mientras que está en el último lugar (décimo) en el ranking de productividad laboral.
En 2005 el Salario Mínimo Nacional fue de Bs 440 y en 2022 subió a Bs 2.250, es decir, un crecimiento del 411%.
Varias empresas no tienen recursos económicos para atender incrementos salariales porque El Estado tiene deudas pendientes de pago. En este momento, existe una gran deuda flotante del sector público a varias empresas del sector privado por productos entregados pero no pagados. Solo en la industria farmacéutica, la deuda de la Caja Nacional de Salud suma Bs 147 millones.
Tarija, Chuquisaca, Potosí, Oruro y Pando se reactivan lentamente tras años de decrecimiento y estancamiento económico. La recuperación regional es desigual por lo que no todos los departamentos tienen la misma capacidad para enfrentar el costo que representa el incremento salarial.
En las empresas públicas el D.S. 2348 determina que el incremento salarial sólo procede si tienen utilidades operativas y sostenibilidad financiera por tres años. El incremento debe ser financiado con recursos propios. Esta situación genera una desigualdad jurídica, ya que las condiciones son diferentes para el sector privado y el público.
Cada punto de incremento salarial sube en 0,13 puntos el déficit fiscal que son alrededor de 55 millones de dólares. El déficit fiscal proyectado para este año es de 7,49%. Con un incremento solo de un punto porcentual este porcentaje subiría a 7,62%.
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